*El escándalo que rodea a Martínez Carbajal sigue creciendo.
De la redacción
Puede parecer exagerado y hasta surrealista el presunto convenio de confidencialidad firmado entre el prófugo alcalde de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal y su esposa Viridiana Rodríguez Rico, mediante el cual ésta se comprometió a pagar 15 millones de pesos si ventilaba públicamente los problemas que enfrentaron como pareja.
De ser cierta la condición o cláusula, la dama ya la incumplió, y con ello se habría colocado en el supuesto de que debe pagar esa fuerte suma, independientemente de si lo declarado en un video es real o falso, pues que el compromiso estipulaba no hablar de la situación, y no sólo ventilo los conflictos y maltratos verbales y físicos que, según la ex presidenta honoraria del DIF toluqueño, padeció durante 12 años de parte del político del PRI, sino que habló de hecho de una conspiración en su contra.
Ya encarrerada, Rodríguez Rico denunció la corrupción generalizada en el anterior gobierno estatal, y en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y en el Poder Judicial, que protegieron al alcalde de la capital mexiquense y archivaron las denuncias en su contra. De paso, también se quejó de que la gobernadora Delfina Gómez Álvarez no la recibió para conocer su caso.
Las autoridades penales jurisdiccionales deslindarán las responsabilidades, pero el compromiso de pagar los 15 millones de pesos si la denunciante trataba los problemas de pareja públicamente, como lo hizo, y que presenta al gobernante toluqueño como un “monstruo”, que utiliza su cargo para abusar y destina recursos del ayuntamiento, como la policía municipal para venganzas personales.
La propia corporación policiaca fue acusada de ser corrupta y arbitraria, por lo cual seguramente sus mandos integran el grupo de 7 servidores públicos con orden de aprehensión, como coacusados del alcalde Martínez Carbajal, quien es el primer presidente municipal de Toluca que enfrenta este tipo de cargos penales.
Como operador principal de la conspiración en su contra Rodríguez Rico mencionó al secretario del ayuntamiento, Andrés Vergara Mañón, lo que indica que Toluca no tiene cabeza, ni operador institucional, porque el funcionario en cuestión también debe andar prófugo, y por el corto tiempo transcurrido desde que estalló el escándalo de las órdenes de captura, no puede llamarse al alcalde suplente.