*Nació en 1923, y como político marcó la agenda militar de los EE. UU.
De la redacción
La fundación “Kissinger Associates” anunció: “El Dr. Kissinger, destacado académico y estadista estadounidense falleció a los cien años”. Fue destacado académico en ciencias sociales y estadista, pero fue más un siniestro personaje de la historia mundial los últimos 54 años: organizador de golpes militares sangrientos, confeso promotor de dictaduras sanguinarias, de invasiones e intrigante.
Su pavorosa trayectoria incluyó masacres por bombardeos ocultos a Camboya, justificada internamente como acciones preventivas, porque el territorio agredido era refugio de guerrilleros de Viet Nam del Norte, durante la invasión estadounidense a favor de un gobierno títere de Viet Nam del Sur. Como asesor de Seguridad de Richard Nixon autorizó el uso de napalm, prohibido por las leyes internacionales en las confrontaciones bélicas entre naciones.
Aun así, con la derrota y retiro de las tropas estadunidenses de Viet Nam (ahora unificada), donde perpetraron matanzas de población civil, hombers, mujeres, menores y adolescentes, Kissinger fue galardonado con el “Premio Nobel de la Paz”, junto con el diplomático vietnamita Le Duc Tho, y al final murió tranquilo, en su casa de Connecticuc, y en su cama, en el país que lo adoptó, al huir de su natal Alemania, por la persecución de Adolfo Hitler a los judíos, de los cuales formaban parte él y su familia.
No obstante, su más conocida intervención en los asuntos de otros países fue la operación como secretario de Estado, vía CIA, para derrocar al gobierno chileno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, por considerarlo un peligroso ejemplo del ascenso al poder de un marxista por la vía electoral. En este caso, documentos desclasificados revelan que un día le dijo al sanguinario dictador Augusto Pinochet: “Usted le hizo un gran favor a occidente al derrocar a Salvador Allende”. No se sintió nunca incómodo por el baño de sangre en que su protegido sumió aChile”.
Los mismos elogios tuvo para todos los dictadores sudamericanos de esa época: de Argentina, Bolivia, Colombia, Uruguay, Paraguay, Guatemala y Nicaragua. Y al interior del gobierno de Richard Nixon abogaba por impulsar a más dictadores, en plena “Guerra Fría”, para impedir el surgimiento de gobiernos de corte socialista y erradicar la influencia de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en América Latina.
Su condición de intrigante internacional lo hizo viajar a China, para ahondar las diferencias de la ahora potencia económica mundial y entonces nación subdesarrollada con la URSS; y a apoyar a Pakistán en su guerra contra India. Mucha inteligencia, inclusive talento como licenciado, maestro y doctor en ciencias políticas por la universidad de Harvard, pero despiadado. Proponía desaparecer a Cuba mediante bombardeos masivos, después de que Fidel Castro enviara tropas a combatir a favor de Angola y contra la en ese tiempo racista Sudáfrica, y para erradicar la presencia cubana en los procesos de las luchas anticoloniales de países africanos. Eso y más siniestro fue Kissinger; sobre todo, entre 1969 y 1977.