*Los dueños de clubes, pese a su enorme riqueza, no quieren fijar salarios justos a las deportistas.
De la redacción
El “machismo” y la misoginia están aflorando ahora que se busca terminar con la injusticia que padecen las mujeres futbolistas profesionales de la Liga MX. Dueños de clubes de este deporte y la mayoría de los cronistas deportivos sostienen que si se obliga a las empresas del ramo a igualar salarios hombres-mujeres, optarían por desaparecer sus equipos.
Tergiversan el tema, porque la reforma ni siquiera busca que una futbolista gane lo mismo que Henry Martín, en el América, sino que dejen de percibir salarios tan bajos, como 8 ó 10 mil pesos mensuales y que se les pague para vivir dignamente y puedan costearse sus estudios para superarse y convertirse en profesionistas, dado que en el fútbol, como la mayoría de los deportes profesionales, la vida activa es muy corta.
En estas condiciones, los dueños de los clubes deben entender la realidad y ser solidarios con sus jugadoras, y promover el fútbol femenil, que sería rentable en poco tiempo, aun cuando por ahora no lo sea, pues va ganando aficionados gracias a la calidad del juego que despliegan, mucho mejor que el de los hombres. En los negocios se invierte.