*Lo impensable hace 6 años: el PRI no tiene en su poder una sola gubernatura.
De la redacción
En una situación inédita e impensable todavía hace unos 6 o 7 años, el antes invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI), casi único desde 1929 hasta 1989, cuando perdió la primera gubernatura, ahora no gobierna una sola de las 323 entidades federativas del país.
La última en su poder era Coahuila, que desde el primero de este mes cogobierna con el PAN y el PRD, como lo hace en Durango y Aguascalientes. El 16 de septiembre de este año dejó de controlar el Estado de México, a pesar de los votos del PRD y el PAN, sus antes adversarios ideológicos.
Esta situación no mejorará el próximo año, porque nuevamente participará en las nueve contiendas electorales por gubernaturas en coalición con los dos partidos mencionados, aunque todavía los tres definirán próximamente dónde el candidato o la candidata surgen de las filas de cada una.
En los cogobiernos estatales el PRI participa en menos estados que el PRD, organización política sin clientela electoral, pero que además de Coahuila, Durango y Aguascalientes, forma parte de la alianza que ganó con el PAN a la cabeza el Estado de Chihuahua. El tricolor no participó en esa coalición.
En el 2021, en las elecciones de titulares de los poderes ejecutivos de los Estados de Querétaro y Chihuahua, ganadas por el PAN, el PRI no formó parte de la alianza triunfadora en ambas entidades.
Lo hizo en donde la coalición PAN, PRI, PRD fue derrotada por Morena y sus aliados, por lo cual ese año el tricolor fue un perdedor neto, y ello lo debilitó al interior de la coalición “Fuerza y corazón de México”, antes “Va por México”, que integra con el panismo y los perredistas, lo explica que haya cedido al blanquiazul las candidaturas presidencial y de la Ciudad de México, las postulaciones más importantes para las elecciones federales del próximo año.
El PAN se convirtió en el principal opositor al gobernar en solitario a Querétaro, Guanajuato, y en coalición, Durango, Aguascalientes, Coahuila y Chihuahua, y derrotar al PRI interior de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, antes “Frente Amplio por México” y en las grandes derrotas, “Va por México”.
Otro dato que ilustra la debacle del priismo nacional lo constituye el que en la coalición con el PAN y el PRD cogobierna a sólo 6 millones 300 mil mexicanos, de los cuales 3 millones 200 mil corresponden a Coahuila, un millón 840 mil a Durango, y un millón 430 mil a Aguascalientes. Los jaliscienses gobernados por Movimiento Ciudadano, para no sumar a los habitantes de Nuevo León, son más que los que gobierna el PRI.
El antes casi partido único, cogobierna estados cuya población global no alcanza el 5 por ciento de los 130 millones de habitantes del país, mientras el PAN gobierna sin el PRI Querétaro, Guanajuato y Chihuahua, donde viven en conjunto 12 millones 350 mil, equivalentes al nueve por ciento de la población total del país.
Así de desbalanceada es la correlación fuerzas electorales de los antes grandes adversarios ideológicos, lo que explica la candidatura presidencial y al gobierno de la Ciudad de México por cuadros panistas.