*La política neoliberal buscaba saquear y quebrar a la principal empresa del Estado mexicano.
De la redacción
El triunfo de Morena y sus aliados en la elección presidencial del 2018 y el fin de los gobiernos neoliberales en el Poder Ejecutivo Federal salvaron a Petróleos Mexicanos (PEMEX) de terminar en las ruinas y rematado, como era el plan. Los gobiernos neoliberales implantados en 1982 buscaron la quiebra de la principal empresa pública mexicana, se informó en la conferencia “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Octavio Romero Oropeza, director general de la ahora llamada “Empresa Productiva del Estado”, destacó que las condiciones de Petróleos Mexicanos eran malas, que para pagar sus impuestos tenía que endeudarse. En diciembre del 2018 el pasivo de la empresa superaba los 129 mil millones de dólares, de los cuales 48 mil 400 mil millones los contrató en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Esa deuda bajó a menos de 107 mil millones de dólares en 5 años, y todavía la oposición legislativa sostiene que este gobierno fue quien endeudó a la empresa.
El endeudamiento mayor fue en los gobiernos del panista Felipe Calderón Hinojosa y el priista Enrique Peña Nieto, aunque también contrató créditos Vicente Fox Quesada, en período de 18 años en los cuales el precio del barril fue de 112 dólares el barril en el sexenio foxista; de 79 en el calderonista y poco menos en el peñista, para ser el precio promedio de 69 dólares en la actualidad.
Durante este siglo, a partir del 2004, cuando Petróleos Mexicanos produjo casi 3.4 millones de barriles de crudo al día, bajó hasta un millón 700 mil en el último año del gobierno de Peña Nieto; es decir, a la mitad, y en la misma proporción se redujeron las reservas de petróleo, a pesar de las cuantiosas inversiones que oficialmente hicieron tanto Felipe Calderón Hinojosa, como el mexiquense Peña Nieto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador sostiene que la desastrosa gestión de PEMEX no fue casual, sino parte de la estrategia para quebrar a la empresa y venderla a precio de regalo, pero los neoliberales no tuvieron tiempo para concretar su plan, aunque faltó poco. La rebelión electoral del 2018 lo evitó. Se frenó el deterioro y ahora se está revirtiendo en todos los campos.
