*La política energética de la 4T rescató a la principal empresa del Estado mexicano.
De la redacción
Sin la actual política energética de la administración federal, el gobierno mexicano estaría importando crudo para refinarlo, o adquiriendo productos refinados en el extranjero, porque la producción descendía cada año durante los gobiernos neoliberales. Esa política de explotar crudo sin aumentar las reservas seguiría, de no haberse dado la rebelión electoral en 2018, que condujo a la izquierda a gobernar al país por primera vez en su historia.
Desde 2004, en el sexenio de Vicente Fox Quesada, cuando se alcanzó una producción récord de crudo (3 millones 300 mil barriles diarios) comenzó a disminuir la extracción año tras año, y para diciembre de 2028 se producían 1 millón 695 mil barriles, destacó la semana pasada en la conferencia mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la administración del político guanajuatense, adicionalmente, los precios internacionales alcanzaron su más alta cotización: hasta 112 dólares el barril, pero lo grave es que la producción fue declinando, y lo mismo las reservas, que bajaron hasta 7 mil millones de barriles, por una errónea y costosa política de exploración, según datos de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Se gastó cientos de miles de millones de pesos en trabajos de búsqueda de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, que fue costosa y ruinosa para la empresa estatal y para el país, pero altamente provechosa para compañías de la materia y para funcionarios púbicos corruptos.
Según el director general de la principal empresa pública, Octavio Romero Oropeza, la política exploratoria fracasó, porque no encontró grandes reservas de crudo en dichas aguas profundas y, en cambio, no se buscó en las aguas someras y en tierra, como se está haciendo ahora, con buenos resultados.
Al terminar el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, informó el director general de Pemex, las reservas de petróleo quedarán con un volumen del doble de cuanto eran en diciembre del 2018, quien de la misma forma desmintió a quienes aseveran que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador endeudó a PEMEX.
Recordó que esta administración encontró a Petróleos Mexicanos con una deuda superior a los 129 mil millones de dóares y logró reducirla a menos de 107 mil, por ello es falso que la haya endeudado, como lo sostienen los opositores al presidente López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación.
El mandatario, a su vez, comentó que el descuido, abandono y corrupción fue tanto, que se prefirió exportar crudo e importar gasolinas, en una política sólo explicable por decisiones de quienes se beneficiaban con la corrupción, sin importarle la disponibilidad de combustibles para el desarrollo del país.
Recordó que durante más de 40 años no se construyó una sola refinería y que Carlos Salinas de Gortari prefirió invertir fondos, como socio de una petrolera mundial, en una refinería de Texas (Deer Park), que ya rescató su administración, además de haber construido la de Dos Bocas, llamada oficialmente “Olmeca”.