*Con el brazo dislocado y vendado participó en el “partido del siglo”.
De la redacción
Los viejos aficionados mexicanos recuerdan bien la imagen de un joven futbolista con el brazo dislocado e inmovilizado por un vendaje. Tenía de 25 años y formaba parte de la selección de Alemania que participaba en el “Mundial México 70”.
Se trataba de Franz Beckenbauer, quien se convirtió pocos años después en el mejor defensa del mundo y luego, en el mejor en su posición de todos los tiempos, y también como uno de los 4 o 5 mejores de todos los tiempos, como futbolista, sin importar su función en el terreno de juego.
El jugador falleció la semana pasada, a los 78 años, y la imagen recordada correspondió a un partido de semifinales frente a Italia, en el primer mundial organizado por México.
Dicho encuentro es calificado como el mejor en un Mundial en todos los tiempos, y lo ganó Italia por 4 goles a 3 en tiempos extra. En el último de éstos Beckenbauer sufrió una entrada fuerte. Fue derribado y cayó mal, por lo que se dislocó un hombro. Salió del campo, pero lo cambiaron y regresó para terminar el partido.
Jugó hasta los 38 años, con dos participaciones en la Liga MLS, donde fue campeón en ambas ocasiones.
Fue un triunfador, ganó un campeonato mundial como jugador y otro, como técnico de la selección de su país. Y aunque nominalmente era defensa, hizo famosa la posición de líbero, porque jugaba como defensa, pero armaba juego con eficacia en la media cancha y llegaba al área rival.
Sus mayores éxitos los obtuvo con su equipo el Bayern Múnich, donde ganó 5 coronas de liga, 4 copas alemanas, 3 copas de Europa, una copa intercontinental, una recopa, tres títulos de la liga estadounidense, un subcampeonato mundial y la título mundial en 1974, y como técnico, la corona en 1990.¡Descanse en paz” el futbolista fuera de serie.