*Hay más que desacuerdos en el Instituto Nacional Electoral (INE).
De la redacción
En un proceso electoral en el que se definirá en mucho el futuro del país, las autoridades administrativas y jurisdiccionales de la materia padecen una profunda división interna.
El órgano comicial administrativo nacional, el Instituto Nacional Electoral (INE) sufre las secuelas del tiempo durante el cual su anterior consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello lo convirtió en trinchera de la oposición al presidente Andrés Manuel López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación.
Córdova terminó su período, pero dejó una deteriorada imagen de la institución responsable de organizar las elecciones federales y coadyuvar en la preparación de las locales, por sus fallos ilegales y, en no pocas ocasiones, inconstitucionales.
Junto con Lorenzo Córdova salió también su cómplice Ciro Murayama, pero no el resto de sus incondicionales quienes tenían copadas las áreas administrativas, de organización, financieras, de prerrogativas y de enlace con autoridades electorales estatales.
De la misma forma siguen en el INE una mayoría de consejeras y consejeros que compartieron la posición opositora del anterior presidente y continúan comportándose como opositores, favoreciendo todo lo que ayude a la oposición partidista y perjudique al partido en el poder.
En estas condiciones llegó a la presidencia del INE Guadalupe Taddei Zavala, y encontró una mayoría que piensa y actúa como Lorenzo Córdova y ve en las titularidades de las áreas del órgano electoral una especie de posiciones de poder interno y de factores para boicotear el trabajo de la consejera presidenta, como se vio en los esfuerzos por llenar vacantes en esa área.
Tanto en el INE como en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) los acuerdos del PRI y PAN se tradujeron en designaciones de consejeras y consejeros y magistradas y magistrados, que constituyeron una extensión de la lucha por el poder, con mayoría opositora en ambas instituciones, que tienen dividas a la autoridad administrativa y jurisdiccional, como se ha informado aquí.
EL CASO IEEM
Sin la notoriedad de las divisiones en el INE y TEPJF, también en el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) hay desacuerdos sobre la forma de abordar algunos asuntos, como lo reveló el consejero (único hombre en el Consejo del organismo), Francisco Bello Corona.
En la sesión en que se dio la voz de arranque a la lucha por las diputaciones locales y los 125 cabildos, Bello Corona destacó que en el Instituto también hay división. Él y la consejera Karina Vaquera Montoya desde el anterior proceso para elegir gobernadora mantienen una posición autocrítica frente al comportamiento de sus compañeras y compañeros de las consejerías en temas relevantes. No comparten la visión color de rosa de la mayoría de sus pares.