*Las autoridades judiciales llevaban meses buscándolo.
De la redacción
El mundo político mexiquense, y especialmente el del PRI, fue sacudido esta mañana por la noticia de la captura en la Ciudad de México del ex alcalde de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, quien de esta forma se convirtió en el primer gobernante de esta capital del Estado en enfrentar un problema penal de esta gravedad.
Enfrentará cargos graves, como abuso de autoridad, secuestro exprés, violencia de género y maltrato a familiar, acusado por su ahora ex esposa, Viridiana Rodríguez, a quien obligó a renunciar de la presidencia del DIF municipal, por presuntos delitos contra la institución de parte del padre de la dama, Emilio Rodríguez. Precisamente quien lo denunció de secuestro exprés por órdenes de quien era su yerno en abril del año pasado. Si lo vinculan a proceso, no podrá enfrentar en libertad el problema.
Debe permanecer en prisión, por dos situaciones: por la gravedad de los cargos, y por el riesgo de que huya, pues ya lo hizo y anduvo prófugo, en lugar de presentarse a declarar ante el ministerio público o juez. No es aventurado sostener que de paso terminará de esta forma su carrera política, que incluye dos cargos de gabinete, una diputación local y la recuperación de la alcaldía de la capital mexiquense para los partidos opositores a Morena.
Desde hace varias semanas abandonó el cargo, que fue ocupado por quien era su suplente, Juan Maccise Naime. Huyó cuando supo que junto con sus colaboradores más cercanos (varios ya están detenidos y vinculados a proceso) tenía orden de aprehensión, y hasta una ficha roja de búsqueda de parte de la INTERPOL en 165 países.
No fue necesario ese rastreo internacional, porque esta madrugada fue capturado por agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), con la colaboración de elementos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX). Estaba a menos de 70 kilómetros del municipio que gobernaba y el cuál buscaba seguir dirigiendo hasta el 31 de diciembre de 2027, mediante la reelección.
Muy temprano, minutos antes de las 8 horas, Martínez llegó a la sede de la FGJEM en Toluca, trasladado desde un departamento en la colonia Lindavista de la alcaldía Álvaro Obregón, donde se ocultaba. Fue traído en un operativo que pareció excesivo, porque fueron varios vehículos con agentes de la Fiscalía fuertemente armados, incluyendo camionetas. Los transeúntes y automovilistas que circulaban por la Avenida Morelos, frenente a la Fiscalía, pensaron se trataba del traslado de un alto dirigente de la delincuencia organizada.
El expresidente municipal de Toluca estuvo en instalaciones de la FGJEM, quedó recluido en la cárcel de Santiaguito, ubicado en Almoloya de Juárez. Esta aprehensión ocurre en un momento político difícil para su partido, el PRI, que en junio del 2023 perdió la gubernatura por primera vez en su historio y ahora es opositor y aliado del PAN, quien fuera por décadas su principal adversario ideológico.