*El caso llama la atención de la clase política mexiquense.
De la redacción
Muy temprano se reanudará la audiencia judicial, que fue suspendida, y en ella se resolverá si el ex alcalde de Toluca es vinculado a proceso. De ser así, si le dictan la mrdida cautelar de prisión preventiva, sería procesado en condición de interno en el penal de Santiaguito, ubicado en la carretera Toluca-Almoloya de Juárez.
En noviembre, un juzgado penal dictó orden de aprehensión contra el entonces gobernante toluqueño, quien optó por abandonar el cargo y sustraerse de la acción de la justicia, como le dicen cuando una persona, sobre la cual pesa una orden de captura huye. Su caso llamó la atención porque la denuncia en su contra la presentó quien fuera su esposa hasta abril del año pasado, Viridiana Rodríguez.
Está acusado de secuestro exprés en agravio de quien era su suegro y colaborador en la Secretaría de Movilidad, Emilio Rodríguez, detenido por la policía municipal en una bodega, presuntamente sin orden de aprehensión, ni de cateo. En su momento se dio a conocer que fue capturado en flagrancia, cuando transportaba documentos oficiales diversos del DIF municipal, poor lo que no se requería de mandamiento judicial para aprehenderlo.
Por ese problema el alcalde ordenó la renuncia de su entonces esposa, quien era presidenta honoraria del organismo dedicado a atender las necesidades de las familias más pobres de Toluca. Emilio Rodríguez fue liberado en pocas horas, pero según los abogados de Viridiana Rodríguez, el delito de secuestro exprés se cometió y tuvo como objeto presionar a la pareja del edil a aceptar el divorcio.
Lo acusó también de violencia de género, maltrato físico y sicológico, amenazas de muerte, hostigamiento y de abuso de autoridad, y en denuncia pública lo presentó como un “monstruo”, que la hizo vivir 12 años en un infierno intrafamiliar, delitos que son graves y se castigan con decenas de años de prisión.
Es previsible que si el juez de la causa lo vincula a proceso le aplique la medida cautelar de prisión, porque tiene el antecedente de que anduvo prófugo de la justicia y cuenta con recursos económicos y relaciones políticas poderosas que le permitirían huir de nuevo y burlarse de la ley. Ese es el criterio que aplican siempre lo juzgadores en casos similares.
Martínez Carbajal fue objeto de una búsqueda policial en 165 países. Contaba con una ficha roja de la INTERPOL, pero estaba escondido en la colonia Lindavista, de la Ciudad de México, a unos 70 kilómetros del Palacio Municipal de Toluca, donde despachó. Fue ubicado por el seguimiento que les dieron a varios de quienes fueron sus colaboradores en el ayuntamiento, algunos de ellos, coacusados del político en el mismo expediente.
Lo visitaban en el departamento donde estaba oculto, por lo que lo ubicaron y detuvieron. La ficha roja será desactivada, porque el perseguido ya está en prisión, a la espera de que el juez de la causa resuelva hoy su situación jurídica.