*Investigadora de la UAEMéx, estudia la evolución de los procesos migratorios.
De la redacción
La denominación de los migrantes en los Estados Unidos cambió desde 1960. De “braceros” se convirtieron en “indocumentados” y, ahora, en “trabajadores esenciales”; no obstante, se mantiene la explotación y carencias, advirtió Norma Baca Tavira, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
Baca Tavira realizó un estudio sobre la evolución del fenómeno migratorio, y comparó el visado H.2A con el programa PTAT y los relacionó con regiones migratorias, las cuales reconocen que hay territorios, entidades, municipios o pueblos que por su historia, se ven impactados en sus dinámicas cotidianas por la migración. También destacó el aumento de la población femenil (48 por ciento del total), de adolescentes y niños y niñas migrantes.
La investigarodra del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), compara la calidad de vida de las personas migrantes dentro del visado H.2A de Estados Unidos y el programa PTAT de Canadá, que les permite trabajar de manera legal dentro de estos países.
El municipio mexiquense donde ha centrado su estudio es Coatepec Harinas, en el cual analizó los “clubes de migrantes”, que aprovechan los programas y visados gubernamentales de forma que, al ser territorios con altos flujos migratorios, las personas se encuentran en México o en el extranjero para apoyarse, recomendarse y salir adelante.
Esta dinámica de apoyo entre trabajadores es visible desde los años 40 y 60, cuando personas salían del país con destino a Estados Unidos, principalmente por el tema económico, y que a través del tiempo su nombre ha cambiado, pasando de “personas indocumentadas” a “trabajadores esenciales”; sin embargo, las condiciones laborales en las cuales se desempeñan no corresponden a esta denominación y siguen viviendo explotación o carencias.
Finalmente, Baca Tavira mencionó que su interés por los procesos migratorios se debe a su propia experiencia, ya que ella es migrante interna, al desplazarse de Michoacán a Toluca para continuar sus estudios, lo cual le causó curiosidad para entender los motivos por los que las personas de su comunidad migran.
“Con el tiempo, los y las migrantólogas hemos identificado que México es un país de tránsito migratorio, es decir, personas de países latinoamericanos cruzan la República para poder llegar a la frontera con Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida y no sólo en el ámbito económico, también por desplazamientos forzosos, factores ambientales o por relaciones afectivas. Son rasgos de cotidianeidad para México y el mundo, que necesitan comprenderse y visibilizarse”, afirmó.
Esto la ha motivado a seguir por el trabajo científico y subraya que las mujeres en la ciencia tienen la presencia suficiente, con tendencia ascendente y firme, ya que poseen el potencial para desarrollar ciencia mexicana sólida, rigurosa y al mismo tiempo, empática con las comunidades que estudian.