*A partir de declaración de exdirectora de Notimex dio por hecho un delito electoral.
De la redacción
Xóchitl Gálvez, en quien la ultraderecha puso sus esperanzas para recuperar el poder y sus privilegios que mediante el tráfico de influencia permitió a sus miembros convertirse en dueños de la riqueza del país, sigue de error en error.
La semana pasada incurrió en dos fallas graves para sus aspiraciones, al confrontarse con Roy Campos, presidente de la empresa “Consulta Mitofsky”, a quien acusó de estar al servicio de su adversaria, Claudia Sheinbaum, por 10 millones de pesos.
Un día después, sin prueba sólida alguna, acudió a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FISEL) de la Fiscalía General de la República, a denunciar un presunto delito electoral de Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, PVEM y PT.
Su acusación se sustentó en un texto publicado por Sanjuana Martínez, exdirectora de Notimex, quien escribió que un funcionario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) le había solicitado 50 millones de pesos de las indemnizaciones a trabajadores de la agencia de noticias y que le dijo que ese dinero sería para la campaña de la morenista.
La propia Sanjuana destacó en su texto que rechazó la petición; es decir, que no entregó el dinero, mientras el funcionario mencionado por la periodista rechazó que haya presentado la exigencia, además de que las sumas estaban etiquetadas para los trabajadores y no podían mermarse.
En el tiempo en que presuntamente se presentó la “solicitud de moche”, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México no era siquiera precandidata, y también consideró las declaraciones de su competidora como una verdadera calumnia, destinada a mejorar en las encuestas.
Es previsible el fracaso de su denuncia, porque en caso de haber existido la petición, fue rechazada, y lo ocurrido no puede considerarse delito electoral, además de que si todo fue invención de Sanjuana Martínez, Xóchitl Gálvez quedará mal y fortalecerá la imagen de “mitómana” e irresponsable que ya se formó y que explica por qué está muy rezagada en las encuestas sobre intención del voto.
Fue igualmente grave su error al agraviar a Roy Campos, presidente de la compañía encuestadora “Consulta Miftosky”, al sostener que el especialista en ejercicios demoscópicos está contratado por Sheinbaum para hacer encuestas en las que ésta aparece hasta con 20 o más puntos de ventaja.
Se atrevió a citar el monto de 10 millones de pesos que cobrará el presidente de la citada empresa y agregó que otras dos compañías de la materia le habían informado que recibieron también el ofrecimiento de Sheinbaum de los 10 millones de pesos para hacer encuestas cuyos resultados le favorezcan.
Roy campos rechazó los señalamientos de Xóchitl; los consideró calumniosos y aclaró que no trabaja para la morenista, ni le hace encuestas y que las precampañas no alteraron la correlación de fuerzas entre las dos candidatas presidenciales. Antes de iniciado esa fase del proceso electoral Sheinbaun tenía 56 puntos de intención del voto, por 26 de Gálvez y que el terminar la etapa estaban prácticamente igual: ambas subieron solamente un punto, y que esos dos puntos obtenidos entre las dos fueron perdidos por el Movimiento Ciudadano.
