*Soberbia y prepotencia en el trato al personal.
De la redacción
Televisa, la empresa de Emilio Azcárraga, sin anuncio previo alguno, cerró sus operaciones en Toluca y dejó desempleadas a 61 personas, muchas de ellas con más de 10 años a su servicio. Al parecer la medida forma parte de una restructuración de sus sucursales en el país, porque trascendió que hizo lo mismo en Chiapas, Morelos, Chihuahua, Coahuila, Durango y el Estado de México.
La Asociación de Periodistas del Valle de Toluca (APVT) lamentó la decisión de la principal empresa televisiva del país; reconoció que, como compañía privada, tiene el derecho de modificar sus planes y modelo de negocios sin justificarlos ante nadie, pero reprobó el trato indigno que dio a sus ahora extrabajadores.
No les anticipó que tenía programado el cierre de operaciones, sino hasta que ya estaban despedidos, lo cual criticó la APVT, pues actuó con prepotencia y sin respeto a su personal que le sirvió y quedó sin empleo e ingreso. Presumiblemente la plantilla laboral fue indemnizada, pero el problema fue la falta de consideración y hasta agravio a su dignidad de personas.
La Asociación de Periodistas del Valle de Toluca se solidarizó con quienes quedaron sin ocupación y sin ingresos, justo a principio de año, cando están cerradas todavía las contrataciones en las empresas y resulta más difícil encontrar una plaza laboral. En forma particular expresó el apoyo moral con los periodistas que trabajaban en el canal de Televisa en el Estado de México.
Consideró una arbitrariedad que en el caso de los periodistas televisa ni siquiera les hubiera dado la oportunidad de despedirse de los televidentes. Los conductores esperaban seguir presentando noticias, pero esta oportunidad sencillamente le fue negada. El trato que la empresa dio a los colegas fue grosero, como lo reprobó la organización de periodistas.