*Enrique Vargas entró al proceso para obtener la candidatura al Senado
De la redacción
Los procesos para elegir a Xóchitl Gálvez como candidata presidencial de la alianza llamada entonces “Va por México” y a Alejandra del Moral como abanderada para la elección de gobernadora mexiquense, fueron una farsa. Las postulaciones estuvieron pactadas por el PAN y el PRD, según el acuerdo firmado por los dos partidos, difundido ampliamente en las últimas semanas.
En el primer caso, Alejandro Moreno Cárdenas engañó a sus cuadros, especialmente a la senadora Beatriz Paredes. Los animó a inscribirse como aspirantes a coordinar la defensa de la coalición, cuando ya estaba convenido que debía ser panista la que representaría al PAN, PRI y PRD.
La verdad, tampoco fue propiamente Moreno Cárdenas quien tomó esa decisión. Su culpa fue no revelarles a sus correligionarios que ya todo estaba decido por Claudio X. González, como lo adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador, recordó Leoncio Mata Zárate, articulista de “El Espectador”.
El acuerdo a que hizo referencia es el que firmaron las dirigencias formales de los dos principales partidos opositores del presidente López Obrador, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y de la cuarta transformación. Fue de los compromisos bipartidistas, que incluyeron varias maniobras: para que el PAN siglara (así le dicen al acto de prestar siglas para una postulación) la candidatura de la sublideresa del PRI, Carolina Viggiano, para gobernadora del estado de Hidalgo.
Otra, para que una y un panistas fuera la candidata presidencial; y para jefe de Gobierno de la Ciudad de México; acordaron también la maniobra de que el PRI pusiera al candidato a gobernador de Coahuila; y una más, para que de las filas del tricolor surgiera la candidata a mandataria del Estado de México.
Es decir, de acuerdo con el análisis de Mata Zárate, en el caso de la entidad mexiquense, el exalcalde de Huixquilucan y diputado local, Enrique Vargas del Villar, o fue engañado o se restó a la farsa de luchar por la candidatura, cuando ya estaba acordado que el PAN estaría al margen en esta materia.
La lucha que difundió en los medios formó parte del engaño a la militancia panista, porque ya estaba decidido que él no será postulado para la gubernatura, y a cambio obtendría la candidatura para senador, y de lista, en un lugar que le garantiza desde ahora su arribo al Senado de la República.
Como en las páginas de este medio informativo se dio a conocer hace poco, Vargas del Villar fue privilegiado en la lista de candidatos panistas a senadores plurinominales o de representación proporcional, para asegurarle el escaño, por encima de Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán, considerado el mejor mandatario a escala nacional, a quien castigaron por coordinarse en el trabajo con el presidente López Obrador. Lo ubicaron tres lugares abajo del ex edil de Huixquilucan, con riesgos de no alcanzar la senaduría.
En el acuerdo de la coalición, aunque más bien fue del PRI y el PAN, el tricolor perdió Hidalgo y Estado de México, y con el PAN y el PRD, triunfó en Coahuila, pero al interior de la alianza fue derrotado por el PAN en lo que hace a la candidata presidencial y para la Ciudad de México.