COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
PÉRDIDA DE DINERO ILEGÍTIMO Y DEL CONTROL
SOBRE PRESIDENTES, FONDO DE ATAQUES A AMLO
El 2 de junio se sabrá quién de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez relevará al presidente Andrés Manuel López Obrador el primero de octubre en el cargo. De ganar la segunda, la ultraderecha empresarial, ese reducido número de poco más de 4 mil grandes dueños de corporaciones de compañías, festejará el fin de un gobierno al cual odian por razones económicas.
Los grandes medios informativos, parte de ese segmento de los más ricos del país, podrán fin a la etapa más negra de las historia del periodismo en más de un siglo. Dejarán de difamar, calumniar, ofender, insultar y burlarse de quien estará al frete del Poder Ejecutivo Federal.
No hay dudas de que así se comportarán, porque habrá ganado su candidata, a quien apoyan con todo en estos momentos y con toda seguridad les regresará los grandes beneficios ilegítimos de que disfrutaron siempre, pero en demasía durante los dos sexenios panistas y el último priista, donde con los dueños de la riqueza nacional fueron el verdadero poder en México.
Los grandes teóricos de las revoluciones del siglo pasado sostenían que la burguesía no tenía ideología, sino intereses, lo que hace sentido ahora. Puede aseverarse, sin incurrir en irresponsabilidad, que si el presidente Andrés Manuel López Obrador les hubiera mantenido los mecanismos de las diversas modalidades que tuvo el saqueo de los fondos públicos y bienes de la nación, los empresarios ultraderechistas y sus grandes medios informativos no ordenarían a sus periodistas desprestigiar permanentemente con calumnias al político tabasqueño.
Desde el breve período de don Francisco I. Madero en la presidencia, no se había observado un comportamiento adverso de los grandes medios informativos frente a un presidente de la República, como ahora, como con acierto se comenta en el espacio de reflexión especializado en la prensa mexicana.
Empero su papel actual no es por defender la democracia, ni la libertad de expresión, sino por reconquistar la oportunidad de beneficiarse hasta niveles groseros de los fondos públicos y de tener sometida y al servicio de sus intereses a la próxima presidenta (el candidato del MC no tiene oportunidad de triunfar), como lo hicieron en los primeros 18 años de este siglo.
Si, como las encuestas lo indican, Claudia Sheinbaum gana la presidencia, la posición de ese sector ultraderechista empresarial, de la prensa y sus periodistas dependerá de cómo los trate. Volverán a los antes si les restituye sus privilegios y les permite que sean ellos exclusivamente quienes concentren el ingreso nacional, producto del esfuerzo de todos los mexicanos.
En cambio, recrudecerán sus ataques si la nueva presidenta mantiene inalterable y, peor aún, profundiza los objetivos estratégicos de la cuarta transformación y trabaja para todos, pero en forma prioritaria, para las mayorías y específicamente, para los grupos más vulnerables del país.
