COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
TELMEX, ÚNICA EMPRESA PERJUDICADA CON LA
REFORMA DE PEÑA; TODOS GANARON, MENOS SLIM
Más por venganza, por la presunción de que en el 2012 respaldó las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador, que por un afán justiciero en favor de los usuarios, la reforma de las telecomunicaciones impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto sólo perjudicó a Carlos Slim, y a su empresa más antigua: Teléfonos de México (TELMEX).
La declararon agente preponderante; es decir, casi monopolio y le aplicaron medidas que se tradujeron en una reducción tarifaria; al grado de que en la actualidad las tarifas más bajas son más baratas que las que tenían antes de esos cambios constitucionales. Este fue casi el único beneficio social que propició la reforma en cuestión, pues todos los competidores de TELMEX se beneficiaron económicamente a costa de los usuarios y sin prestar servicios competitivos o mejorar la oferta a los usuarios.
Todos los intereses económicos involucrados en el negocio; sobre todo, en la televisión por cable y plataformas digitales siguieron aumentando sus tarifas y utilidades en forma exagerada y, en no pocos casos, empeoraron sus servicios, sin que autoridad alguna interviniera en favor de los usuarios.
Un caso conocido es el Megacable, que de diciembre de 2022 a este año elevó una de sus tarifas de 990 pesos mensuales a mil 385 pesos; es decir, en poco más de doce meses tuvo un aumento de 485 pesos, en términos absolutos; y casi un 40 por ciento, en términos relativos. Mientras la inflación en 2023 fue de 4.66 por ciento, según un análisis cuantitativo de este espacio digital.
Otras empresas procedieron de la misma forma abusiva contra sus clientes, ante la indiferencia y desinterés de las anteriores y actuales autoridades del ramo. Ataron a Carlos Slim, como revancha por no prestarse en el 2012, ni en el 2018 a las campañas “sucias” contra el ahora mandatario federal, como sí lo hicieron sus competidores, después favorecidos por el gobierno de Peña Nieto, porque coincidentemente, los propietarios de las empresas competidoras de la principal corporación telefónica eran (parece que al final lo abandonaron) amigos personales e incondicionales del entonces gobernante.
La represalia contra Carlos Slim, por su real o inventada simpatía por el político tabasqueño incluyó el veto para poder prestar el servicio de señal de televisión por cable. En esa actividad el peñismo no aplicó el principio de libertad de empresa, precisamente, para dejarles el campo libre a los rivales comerciales de las empresas del hombre más rico del país, quienes atentan frecuentemente contra los intereses de los usuarios de sus servicios, tanto por los altos precios que cobran, como las deficiencias en la prestación.
En este escenario, en conferencia de prensa, el magnate anunció el lunes que TELMEX tiene números rojos desde hace 7 años, precisamente los transcurrido desde la aprobación de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, que no reportaron utilidad social y sí, oportunidad para el saqueo de la economía de los usuarios y el enriquecimiento hasta niveles groseros. Carlos Slim no criticó la reforma en cuestión, pero indiscutiblemente esa medida lo afectó en sus ingresos, por la reducción de tarifas y ganancias, y elevación de costos de producción y operación de los servicios.
Llamó la atención que Carlos Slim, el hombre que tiene una fortuna mayor que el resto de los 10 mexicanos más ricos, pero no forma parte de la derecha empresarial, garantizara que no venderá TELMEX, aunque pierda, pues seguirá prestando el servicio de telefonía e Internet, y recordó que le prohibieron incursionar en la prestación del servicio de señal de televisión por cable.