*Los medios occidentales, los mexicanos incluidos, siguen la narrativa facciosa del gobierno israelí.
De la redacción
Cuando la cadena Radio Fórmula anunció el inicio de un trabajo de reporteo de su periodista Israel Aldave en la zona del conflicto Israel-Hamás, sus televidentes pensaron que conocerían lo ocurrido desde enfoque objetivo, neutral, profesional, ajeno a la campaña mediática de desinformación del gobierno israelí, basada en que quien condene el genocidio contra el pueblo palestino apoya al terrorismo Hamas y justifica la masacre de mil 200 civiles del Estado judío a manos del dicho grupo terrorista.
Los primeros envíos informativos del reportero fueron decepcionantes. Habló del peor momento que vive Israel y para nada tocó y mucho menos mostró preocupación por el genocidio que perpetra Benjamín Netanyahu en la Franja de Gaza y, ahora también, en la zona de Rafáh, en donde concentró a cerca de un millón 500 mil de quienes habitaban el norte de la primera ciudad.
Hasta ayer los civiles muertos en bombardeos intencionales, no por error, contra zonas urbanas habitadas por población pacífica, ajena a lo cometido por milicianos de Hamás en Israel, se aproximaban a los 31 mil, de los cuales más de 20 mil has sido niñas, niños, mujeres, ancianos y hasta personal de la ONU y periodistas, además de rehenes tomados por los palestinos, cuya liberación y la represalia es el argumento justificante de Netanyahu para las masacres.
Nada de esto mencionó el periodista enviado. Ni una mención del genocidio hizo en su primer entrega, pese a haber ingresado a la Franja de Gaza, en poder del ejército de Israel. Los más fanáticos de Netanyahu no hubieran hecho una propaganda tan descarada como la de Aldave.
Habrá que esperar sus despachos noticiosos de hoy para ver si corrigió o sus jefes lo enviaron deliberadamente a “lavarle” el rostro al gobierno israelí, porque no sería creíble que un reportero experimentado sólo informara y favorablemente, lo que le ocurrió a una de las partes, precisamente la que ha matado, masacrado, a más de 30 mil civiles en la Franja de Gaza, y sobre cuyo genocidio los conductores y comentaristas de la cadena televisiva y radiodifusora no han expresado pesar alguno.
Benjamín Netanyahu advirtió ya que no tolerará un Estado palestino en el territorio que después de la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destinó a los palestinos. Esto explicaría la política de exterminio que lleva a cabo el Estado israelí, y sobre lo cual los medios informativos mexicanos, con honrosas excepciones, no comentan ni mucho menos condenan.
Hay una población civil palestina sometida por Netanyahu a sufrimiento de todo tipo: genocidio, pérdida de sus viviendas, de los servicios básicos, sin hospitales, médicos, ni medicinas, sin alimentos, con escasez de agua, frente a lo cual el gobierno de Estados Unidos ejerció el derecho de veto para un cese al fuego, que en realidad es agresión a una población desarmada, a la que se piensa exterminar mediante diversos métodos inhumanos, verdaderos crímenes de lesa humanidad.