*No solo es un ministro opositor al gobierno federal de la 4T, sino alineado plenamente a la ultraderecha y que protege los privilegios de la oligarquía.
De la redacción
El ministro Luis María Aguilar morales mostró un inconcebible nivel de cinismo, en su afán de hacer una demoledora crítica al ministro en retiro y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien reconoció que mantenía buenas relaciones y comunicación con el presidente Andrés Manuel López Obrador y que la división de poderes no quiere decir falta de colaboración entre los mismos, ni tiene nada de ilegal.
En Querétaro en una reunión de la Barra Colegio de Abogados del país, una agrupación profesional con vínculos con la oposición y que defiende siempre intereses de la oligarquía, Aguilar Morales, sin mencionar al ministro en retiro, pero que se refería a él en forma inequívoca, dijo que el juzgador que atiende cuestiones ajenas a su función es un mandadero de intereses, pero no un juzgador.
El cinismo del ministro en funciones consistió en que como presidente de la SCJN, en 2019 se llevó a sus pares Eduardo Medina Mora, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena (éste sostiene que no acudió, pero otros invitados aseveran que sí, estuvo en la reunión) cuatro con él, a la boda de la hija del abogado Juan Collado, representante jurídico de Carlos y Raúl Salinas de Gortari, y ahí se juntaron y convivieron con Diego Fernández Cevallos, quien junto con el anfitrión, son los más grandes traficantes de influencia del país y litigan y ganan en la SCJN asuntos de miles y miles de millones de pesos.
También compartieron el pan y el vino caro con Raúl Salinas de Gortari, Rosario Robles Berlanga, Carlos Romero Deschamps, Carlos Lozano, exgobernador de Aguascalientes acusado de actos de corrupción; José Narro Robles, Aurelio Nuño, Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Eruviel Ávila Viillegas, Alfredo del Mazo Maza.
Muchos de ellos tenían asuntos jurídicos pendientes, que al final resolvió la SCJN, no fue ilegal la reunión, pero evidenció con qué intereses políticos y económicos se identifica y por qué Aguilar Morales favorece casos como el de Ricardo Salinas Pliego que buscaba proteger para que no pagara 26 mil millones de pesos de impuestos.
A pesar de estos antecedentes, el expresidente de la SCJN y ministro en funciones habló y criticó a Arturo Zaldívar, quien antes había sido cuestionado por la dirigencia de la Barra Colegio de Abogados, de quien el ministro en retiro dijo que siempre sale en defensa de los intereses de la oligarquía, y jamás ha pronunciado una palabra en favor de los grupos vulnerables.
Como dato adicional debe citarse el de que el ministro Medina Mora renunció a su cargo, por investigaciones sobre enriquecimiento ilícito, Rosario Robles Berlanga fue detenida por corrupción; y cargos de la misma naturaleza enfrentaba Romero Deschamps, que lo obligaron a dejar la dirigencia del Sindicato de los trabajadores petroleros. No hace mucho, éste último murió en medio de una inmensa fortuna, después de que de joven fue trabajador eventual de PEMEX. El propio Juan Collado terminó en la cárcel por delitos de delincuencia organizada y fraude contra empresas.
Raúl Salinas de Gortari ya había sido exonerado del delito de enriquecimiento ilícito y de la autoría intelectual de la ejecución del ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, le devolvieron la fortuna que le había asegurado la Procuraduría General de la República, por un acuerdo entre Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox Quesada, entonces presidente de la República, en el que intervinieron también Juan Collado y Diego Fernández de Cevallos, según reveló Carlos Ahumada, quien participó en este complot contra el ahora presidente López Obrador. Ese es el mundo del ministro y ex presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Mora.
