INCUANTIFICABLES LOS DAÑOS
DE ZEDILLO A TRABAJADORES
SU REFORMA LABORAL DE 1997 DESTROZÓ SU
FUTURO Y CONDENÓ A LA MISERIA A MILLONES
En julio de 2027 comenzarán a jubilarse los trabajadores de la iniciativa privada, que comenzaron a trabajar en el mercado laboral formal a partir de julio de 1997. Un alto porcentaje serán adultos mayores y se encontrarán con pensiones 58 por ciento inferiores a su último salario como activos. Y les pudo ir peor, si en el 2020 no se hubiese aprobado una reforma legal para elevar el monto de las pensiones, porque estaba calculado un monto equivalente al 30 por ciento del último ingreso.
Si de por sí la paga es insuficiente para una vida digna, reducirla como pensión a menos de la mitad, por la reforma constitucional de Ernesto Zedillo Ponce de León, significaba condenar a millones y millones de familias a una vida de miseria en la etapa de jubilados. Así de despiadado fue el ahora exmandatario.
No sólo serán los asalariados jubilados quienes ya como personas de la tercera edad deberán vivir con una pensión irrisoria, sino también su familia o al menos la esposa o el esposo, en una situación no sólo injusta, sino también inhumana. Ernesto Zedillo Ponce de León les destrozó el futuro a quienes comenzaron a laborar en la economía formal a partir de julio de 1997.
Con todo, el exgobernante no es odiado por los mexicanos, como merecidamente lo es su antecesor en el cargo, Carlos Salinas de Gortari. Los latrocinios de éste son conocidos y condenados socialmente, pero los de Zedillo Ponce de León se desconocen, aunque haya dañado a millones y millones en el caso de la privatización del sistema pensionario de los asalariados de la iniciativa privada.
La injusticia y agresión al bienestar de los nuevos jubilados se corregirá en parte, con las reformas constitucional y legal que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador, además de la sensibilidad del sector empresarial, que decidió aumentar sus aportaciones al Sistema de Ahorro para el Retiro, pero se ignora cuándo las pensiones se acercarán al nivel del última salario del trabajador.
Al desprestigio y desprecio social contra Carlos Salinas de Gortari contribuyó en forma decisiva el propio Zedillo Ponce de León, al sostener una furibunda campaña mediática contra su antecesor y antes protector, fincada en la cobarde ejecución del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta y la de José Francisco Ruiz Massieu.
Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente fue acusado de la autoría intelectual del asesinato del exgobernador de Guerrero, con lo que se arraigó la creencia general de que, en realidad, quien ordenó las dos muertes fue el propio Carlos Salinas de Gortari, la cual prevalece, y robustece el rechazo a éste.
Zedillo no acusó a su antecesor de corrupto, ni de la entrega de bienes públicos a particulares. Lo desprestigió al arraigar la sospecha de haber ordenado las ejecuciones del político sonorense y del guerrerense, pero es probable que en daños sociales sean iguales de culpables y condenables, pues además del futuro de miseria a que condenó a quienes comenzarán a jubilarse dentro de tres años, convirtió la deuda de los más ricos del país, banqueros incluidos, en deuda pública, a pagar por todos los mexicanos. No obstante, no padece el desprecio de sus exgobernados.