*El polémico personaje pretendía apropiarse del inmueble, ya sin concesión.
De la redacción
El campo de golf ubicado en Huatulco, Oaxaca, que en los últimos meses del gobierno de Felipe Calderón le fue concesionado a Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, Elektra, Banco Azteca y TotalPlay, ocasionó grandes pérdidas al erario, porque el magnate incumplió siempre con las obligaciones adquiridas al obtener ese título, informó la presidencia de la República..
Entre sus compromisos estaba el costear al ciento por ciento el mantenimiento de las 110 hectáreas concesionadas, además de entregar al gobierno una suma o porcentaje de los ingresos que tuviera el negocio, como ocurre con todos los bienes públicos concesionados a particulares. No lo hizo.
Hombre acostumbrado a tener arrodilladas a las autoridades de cualquier nivel, abusando del poder fáctico mediático que le proporciona la cadena de televisión y radiodifusoras de Televisión Azteca, obligaba a que el gobierno federal, por conducto del organismo público conocido como Fonatur, pagara parte del costo del mantenimiento del club.
Además, en lugar de entregar al gobierno federal un porcentaje de los ingresos que generaba el campo de golf, ubicado en el balneario de Huatulco, las autoridades le otorgaban un subsidio. Todo este comportamiento, más el vencimiento del plazo de la concesión, motivó a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a no renovarle el permiso de explotación del bien público.
Le ofrecieron adquirir la propiedad de las 110 hectáreas, equivalentes a un millón cien mil metros cuadrados, y fijaron un precio de 400 millones de pesos, pero rechazó la oferta y antes había conseguido una prórroga, pero firmada por un funcionario que no tenía facultades para prorrogar la vigencia. El funcionario fue renunciado.
La concesión incluyó también la playa que está frente al campo de golf, y el concesionario le prohibió el paso y uso de la playa a la población lugareña, quien igualmente padece la paradoja de no disponer de agua potable, mientras que el campo de golf en su comunidad consume descomunales volúmenes diarios.
El predio se convertirá en área natural protegida, como lo son dos grandes extensiones que se localizan a ambos lados; que ahora conformarán una sola unidad abierta al público, como también lo será la playa que había privatizado Salinas Pliego.
