*No es una guerra de dos ejércitos, sino un genocidio de Israel en Palestina.
De la redacción
Lo más condenable del gobierno de Israel es el genocidio que perpetra todos los días en la Franja de Gaza, que en términos estrictos no es una guerra de un ejército contra otro, sino una invasión, ocupación militar y masacres contra la parte más vulnerable de la sociedad palestina: niñas, niños, adolescentes, mujeres y ancianos.
También la deshumanización del gobierno de Netanyahu está matando de hambre y enfermedades, por la falta de alimento y medicina a los palestinos del enclave citado; sobre todo, a niñas y niños, pero los daños materiales son incuantificables para un pueblo que de por sí era pobre, según un seguimiento de “El Espectador” a la invasión y ocupación de esa parte palestina.
La aviación israelí destruyó casi todos los hospitales, infraestructura de servicios y para el desarrollo, además de cortar los servicios de energía eléctrica, de agua potable y el ingreso de ayuda humanitaria de alimentos y medicinas. La situación mejoró un poco en los últimos días, pero el plan de eliminar a la población es claro.
Los masacrados por Israel superan ya los 31 mil, de los cuales el 70 por ciento es de la población vulnerable, refleja la vocación genocida de Benjamín Netanyahu, que aduce derecho de su país a defenderse, pero niños recién nacidos y en edad de cursar la educación básica no pueden representar peligro para la población israelí.
El genocidio, más bien, fortalecerá el odio de los ahora infantes, que cuando sean adultos y recuerden la masacre de sus mayores, buscará ajustarle cuentas a Israel; es decir, la guerra de exterminio perjudicará a la larga también al pueblo judío.
Aparte de estos daños irreversibles a los palestinos cuando termine el genocidio los sobrevivientes de la Franja de Gaza se verán sin un techo y sin ingresos para reconstruir sus viviendas.
La fuerza aérea israelí inclusive arrasaron con las mezquitas, sitios de gran adoración de los musulmanes. De acuerdo con el gobierno de la Franja de Gaza, el ejército invasor destruyó mil de las mil 200 mezquitas que existían.
Resulta tan condenable el genocidio, que desprestigia también a Estados Unidos, por el apoyo económico, militar y diplomático que otorga a Israel en su intento de limpiar la Franja de Gaza de su población y apoderarse del territorio y recursos naturales.
Estados Unidos vetó tres veces en el Consejo de Seguridad de la ONU las resoluciones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que exigían terminar con las masacres.
Hasta hace poco Israel ni siquiera permitía que ingresara al enclave invadido y ocupado ayuda humanitaria, en una violación abierta de las leyes internacionales y la deshumanización extrema del gobierno de Benjamín Netanyahu, que aduce razones de seguridad para su país, pero no pueden representar peligro niñas, niños, adolescentes, mujeres y ancianos..
