*Se trato de un fin de semna con buenos encuentros que dejaron satisfecha a la afición.
De la redacción
Isaac “Pitbull” Cruz, oriundo de la Ciudad de México, sorprendió al noquear al cubano-estadounidense Rolando Romero en el octavo round de su encuentro y arrebatarle el título mundial superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). De paso, le quitó lo invicto al noqueador (15 victorias y 13 nocaut) y le ajustó cuentas, porque en los días previos el ahora ex campeón se había burlado y anticipado que lo noquearía.
El mexicano, de menor estatura, acreditó su apodo de “Pitbull”, pues desde el mismo primer round se le encima al cubano-estadounidense y lo apabulló con potentes golpes combinados al cuerpo y al rostro. Estuvo a punto de derribarlo. Sus ganchos de derecha e izquierda pusieron mal al contrincante, mientras los golpes de éste no le hacían mella.
Las apuestas sobre esta pelea efectuada en la T-Mobile Arena, de las Vegas, Nevada, favorecían a Romero, pero las simpatías y apoyo del público estuvo siempre a favor de Cruz, quien ahora como campeón mundial podrá cobrar buenas bolsas. Se coronó en su segundo intento, pues una de sus dos derrotas se la propinó el temible noqueador invisco campeón mundial Gervonta Davis, en una gran pelea que la mayor parte del público vio ganar al “Pitbulll”. Nadie ha goleado tanto a Davis como cruz y hasta la fecha no quiere darle la revancha.
El nuevo campeón mundial mexicano fue superior a Romero en los 8 rouns del combate. Lo apabulló a golpes, pero inexplicablemente, cuando se dio a conocer cómo iban las calificaciones de los jueces, uno de los tres tenía adelante al derrotado, lo cual generó el abucheo de los asistentes.
En la misa función de Las Vegas, Sebastián Fundora, un peleador de padre cubano y madre mexicana, famoso más que por sus cualidades boxísticas, por su enorme estatura, de dos metros, derrotó a Tim Tszyu, hijo de aquel campeón mundial japonés que noqueó a Julio César Chávez, volvió a ganar una corona mundial: la de superwelter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
El combate fue sangriento de verdad. Desde el segundo round Tszyu resultó con una enorme herida en la cabeza, varios centímetros arriba de donde termina la frente. Nadie vio el golpe que daño al campeón mundial, pero literalmente fue un hilo de sangre lo que corrió por el rostro durante los 12 asaltos del combate, el cuale nadie en su esquina pudo contener y que le cubría la visión.
Fundora, a su vez, sufrió una lesin en la nariz que igualmente sangró en abundancia durante toda la pelea, pero el más perjudicado fue el entonces monarca, porque quedó en desventaja por la falta de visión.
Entre la noche del viernes y la del sábado pasados, boxeadores mexicanos ganaron dos coronas mundiales. La noche del viernes, en Glendale, Arizona, el veterano Óscar Valdez, de 35 años de edad y a quien muchos daban por acabado como pugilista, después de perder ante Emmanuel “Vaquero” Navarrete, derrotó por nocaut técnico al australiano Lliam Wilson y se apoderó del título mundial interino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
