*La maniobra se inscribe en la guerra sucia de la oposición contra personajes afines a la 4T y sus candidatos.
De la redacción
El ex ministro y ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, es objeto de persecución política, aseveró la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, después de darse a conocer que existía una denuncia anónima en contra del ex cabeza de la Corte, y de anunciar la magistrada Elba Sánchez Pozos que presentaría otra acusación ante el Consejo de la Judicatura Federal, por diversos delitos.
En varias entrevistas en medios informativos electrónicos, Sánchez Pozos sostuvo que fue hostigada por gente del círculo cercano de Arturo Zaldívar, cuando era presidente de la SCJN, e inclusive suspendida un año por presuntas irregularidades, tiempo durante el cual no recibió prestaciones.
No obstante, no pudo explicar en qué consistieron específicamente los delitos por los cuales denunciará a Zaldívar, pero recalcó que denunció a su antecesora en el Tribunal Colegiado por la liberación de una persona procesada por portación de armas, y no le hicieron caso; al contrario, la cambiaron de adscripción al norte del país y después la suspendieron un año.
El ex ministro Zaldívar también adujo persecución política, pues nunca la SCJN había investigado una denuncia anónima. La ultraderecha empresarial y sus brazos electorales: PRI, PAN y PRD, lo acusaron de estar al servicio del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la cuarta transformación.
Arturo Zaldívar fue relevado en enero de este año por la ministra Irma Piña, y poco después, antes de terminar su período, solicitó y obtuvo su retiro. En un breve tiempo se incorporó al equipo de precampaña de Claudia Sheinbaum, como coordinador del área que examina los temas de procuración y administración de justicia.
Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la oposición nucleado en la coalición “Fuerza y corazón por México”, al igual que otros personajes y periodistas opositores, demandaron que Arturo Zaldívar deje la campaña de Sheinbaum, cuando no está sujeto a proceso penal ni mucho menos ha recibido sentencia condenatoria por algún delito, y la magistrada denunciante reconoció que nunca habló con él.