*Se trata de uno de los colaboradores más importantes del sexenio de Peña Nieto.
De la redacción
Ildefonso Guajardo, quien fue secretario de Economía en el gabinete presidencial de Enrique Peña Nieto, aseguró un cargo de esa jerarquía en el próximo sexenio, si el 2 de junio la candidata presidencial opositora, Bertha Xóchitl Gálvez, triunfa y el primero de octubre asume la presidencia de la república, en relevo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La propia abanderada de la coalición “Fuerza y corazón por México” anticipó ayer que, cuando llegue al cargo, Guajardo estará en su gabinete porque se trata de un hombre valioso, con experiencia y le dará un puesto. El ex secretario de Economía participa en la campaña electoral de la senadora hidalguense con licencia.
Como cabeza del equipo negociador del TEC-MEC, había aceptado incorporar a ese pacto comercial con Estados Unidos y Canadá el tema del petróleo, para que fuera considerado como parte de las reservas de los tres países de América del Norte. Los representantes del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que participaban como observadores informaron a éste, quien expresó su oposición a ese acuerdo específico, por lo que fue sacado del documento.
Otro que también estaría en el hipotético gabinete galvista es Enrique de la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado, quien buscó la candidatura presidencial opositora, pero fue retirado por su partido, el PRI, de la lucha interna, para dejarle el camino libre a la ex alcaldesa de Miguel Hidalgo.
Gálvez expresó conceptos elogiosos de Enrique de la Madrid Cordero y recalcó que esará en su gabinete el primero de octubre, si triunfa en las urnas el primero de junio, porque el político priista tiene experiencia y deseos de trabajar por México.
SIGUE CAUSANDO REVUELO DICHO DE GÁLVEZ
La candidata presidencial del PRI, PAN y PRD sigue generando escándalos en su campaña electoral. Sus expresiones espontáneas le generan críticas, especialmente en las redes sociales, donde de inmediato sus detractores señalan sus excesos y errores, con efectos negativos para sus tareas de búsqueda del voto popular.
Todavía hoy seguía generando polémica sus palabras de que “quien a los 60 años no ha formado un patrimonio, es que es muy guey”, lo que inconformó a un alto porcentaje de quienes después de trabajar duro por décadas llegaron a 60 años sin poder construir un sólido patrimonio como el que acumuló la candidata presidencial opositora como empresaria y política.
