VENCIÓ AMLO GRUPOS MAFIOSOS;
LUCRABAN EN SECTOR SALUD
VENDÍAN CON EXCESIVOS SOBREPRECIOS Y NO
SIEMPRE ENTREGABAN, PERO SÍ, COBRABAN
El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado una fuerte resistencia e intentos de boicot, como los amparos promovidos para impedir la ejecución de los grandes proyectos de construcción de infraestructura para servicios y el desarrollo económico del país.
No obstante, es en el sector público de salud donde estas resistencias y campañas de desprestigio contra las instituciones han sido más notorias. La razón era y es que en el negocio de la venta de medicinas, equipo médico, insumos y todo lo necesario para la prestación de los servicios de salud participaban propietarios de grandes medios informativos, cuyos intereses ilegítimos o francamente ilegales resultaron afectados.
Propietarios de diarios impresos, cadenas de radio y televisión tuvieron también otros tipos de negocios igualmente leoninos para el gobierno, los cuales igualmente fueron suprimidos, poniéndose fin así a privilegios perjudiciales para el interés general. Casi todo el conjunto de grandes medios informativos padeció esta situación, y por ello reaccionaron como uno solo; no como empresas mediáticas, sino como proveedoras de bienes y servicios y constructoras de obras públicas.
El poder fáctico mediático se propuso obligar al mandatario federal a rectificar y restablecer los mecanismos de las diferentes modalidades que revistió el saqueo de fondos públicos. Actuó como parte de los dueños del dinero que acumularon enormes fortunas a partir de sus vínculos con los gobiernos corruptos.
No obstante, fueron los intereses económicos y políticos involucrados en el lucro con la salud de los mexicanos que atiende el sistema público nacional de la materia los más virulentos opositores a las acciones anticorrupción.
Ello explica su reacción al anuncio del martes de la semana pasada, de que antes del 30 de septiembre estará listo el programa de expansión hospitalaria, mejoramiento de los servicios de salud y suficiencia en abasto de medicamentos, que implicó ya rehabilitar y construir clínicas, hospitales de todos los niveles y contratar personal médico, general y especialista. En los medios se dudó de la veracidad de lo dado a conocer.
En esto los propietarios de los medios informativos operan con sentido de cuerpo, porque casi todos fueron afectados en sus distintas relaciones comerciales con el poder público. Y en caso del sistema nacional de salud, difunden que antes estaba mejor y ahora se encuentra peor; es decir, todo lo contrario de la realidad.
El gobierno, y específicamente el presidente Andrés Manuel López Obrador, se atrevió a desafiar a los poderes económico y fáctico mediático. Venció la férrea resistencia opuesta por quienes lucraban por la salud y fomentaban y se beneficiaban de la corrupción durante los gobiernos neoliberales, pero especialmente en los gobiernos panistas y priista de este siglo.
Sobrevaloraron su real poder y confiaron en que el presidente no resistiría la campaña de más de 5 años que sostienen, basadas en mentiras, calumnias, ataques, ofensas y falta de respeto a la investidura: fracasaron.