*Hay violaciones graves al derecho internacional y a la vida, y no se castigan.
De la redacción
El genocidio de Israel en la Granja de Gaza, un territorio de 380 kilómetros cuadrados, donde en 6 meses sus bombardeos sobre la población civil ocasionaron más de 34 mil muertos, de los cuales el 70 por ciento fueron de niñas, niños, adolescentes y ancianos, no pudo ser frenado, como lo demandaba todo el mundo.
En la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votaron por el alto el fuego 189 países y 14 en el Consejo de Seguridad del mismo máximo organismo multilateral del planeta, pero se opuso uno de los 5 con derecho a veto: Estados Unidos, con lo cual el sentir de las naciones no pudo cumplirse.
Después de la violación del espacio aéreo de Siria por aviones de combate israelíes, que bombardearon el consulado de Irán en Damasco, asesinando a 16 personas, entre ellas, dos generales de las fuerzas militares iraníes, se aprobó condenar el acto violatorio del derecho internacional.
Otra vez, Estados Unidos, acompañado de Francia y el Reino Unido ejercieron su derecho de veto y frustraron la resolución, en una prueba más de las muchas que existen en el mundo de la inoperancia e inutilidad de la justicia internacional.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcenas, destacó que la justicia internacional está a prueba, por las numerosas violaciones al derecho internacional por varios países, que están impunes.
Un especialista en derecho internacional de la UNAM propuso una reforma a la ONU y al marco jurídico internacional que en teoría investiga y sanciona violaciones a la norma que rige las relaciones entre los países, pero que no hace.
En este escenario presentó México su denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el asalto de la embajada de México en Quito, para capturar al que fue vicepresidente de esa nación, Jorge Glas, quien estaba asilado en la sede diplomática.
Esa grave y torpe acción ordenada directamente por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa ocurrió, precisamente, días después del bombardeo de Israel al consulado de Irán en la capital de Siria.
La Guerra de Rusia contra Ucrania tampoco es atendida por la ONU, que ni siquiera intenta al menos mediar entre las partes para acercar sus posiciones encontradas y así ponerle fin a una invasión que cumple pasado mañana dos años y dos meses.
En la Organización de las Naciones Unidas no puede continuar el antidemocrático veto, por medio del cual Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia o China pueden anular lo que resuelvan 192 de los 193 países afiliados al organismo multilateral, de donde se deriva la inoperancia de la justicia internacional, coinciden muchos expertos. Es previsible que si se aprueba condenar a Irán por el lanzamiento de drones y misiles hacía Israel, en represalia por lo de Damasco, también Rusia vete esa resolución.