*Como si fuera su plan, no quiso irse antes de que AMLO dejará el cargo.
De la redacción
El conocido periodista Ciro Gómez Leyva, conductor de noticieros de la cadena nacional de radiodifusoras de TeleFórmula, de Jaime Azcárraga; e Imagen Noticias, de Olegario Vázquez Aldir, anunció su retiro de la conducción.
Lo hizo en una entrevista que concedió a una cadena televisiva estadounidense, y lo confirmó en su programa matutino, después de que la información fuera difundida en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dejará de salir a cuadro en las pantallas el día primero de octubre, cuando el titular del Poder Ejecutivo Federal deje el puesto, como si se hubise propuesto no abandonar su actividad mientras no concluyera el actual sexenio.
Gómez Leyva es uno de los periodistas más críticos del mandatario, de su gobierno, de Morena y de la cuarta transformación, pero a diferencia de su colega Joaquín López Doriga, no tiene señalamientos de ser corrupto.
Los enterados del universo periodístico mexicano, atribuyen a Gómez Leyva dos situaciones: una, su ideología de derecha, evidenciada con la fobia contra gobiernos considerados de izquierda, como los de Cuba y Venezuela, particularmente.
El otro factor que explica su furibunda crítica al presidente López Obrador es la defensa que hace de los intereses oligárquicos de sus empleadores, los Vázquez Aldir, quienes han estado entre los mayores traficantes de influencia de este siglo, y les ha permitido acumular una inmensa fortuna.
Sus patrones no eran magnates, pero su cercanía a Martha Sahagún, durante el gobierno de su marido Vicente Fox, les permitió hacerse al 7 por ciento de su valor, de los bienes de la Cooperativa Excelsior, incluyendo los edificios del Paseo de la Reforma y Bucareli, el cabezal y la maquinaria y equipo del diario. Todavía vivía el padre de los hermanos, Olegario Vázquez Raña.
Con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República, su riqueza creció en forma desmesurada, pues florecieron sus negocios de hospitales que rentaban al gobierno, de obras públicas y de penales que también alquilaban a las autoridades federales.
Ya no pudieron continuar el ritmo de enriquecimiento cando llegó al cargo el actual mandatario, les nació un gran odio contra él. En este escenario se inscribe la posición informativa y analítica de Gómez Leyva, contra quién no existen señalamientos de corrupción.