*El antecedente con Uruguay auguraba un peor resultado.
De la redacción
Después de la aplastante derrota de la selección mexicana de fútbol de 4 goles a cero frente a Uruguay, la afición temía una goleada mayor frente a Brasil, en Texas, Estados Unidos. No ocurrió así, aunque perdió por 3 goles a dos, y lo más importante que jugó un poco mejor.
Las fallas siguen, sobre todo, en la defensa, que en dos partidos aceptó 7 goles, cuando se está a pocos días de su participación en el torno “Copa América” a jugarse en territorio estadounidense. El próximo día 22 debutará frente a Jamaica en esa competencia, en fase de grupo, en el que están igualmente Venezuela y Ecuador.
Brasil presentó una selección alterna, pero se trata de una potencia futbolística mundial, y aun con una selección no titular, sus jugadores son extraordinarios, como lo probaron en el primer gol, cuando el delantero Andreas Pereira burló dentro del área a tres defensas mexicanos, de los que dos quedaron tirados en el suelo por “comerse” las fintas del sudamericano.
No hay dudas de que con los jugadores que cuenta Jaime Lozano, y salvo que surjan grandes figuras de aquí a febrero o marzo de 2026, lo que no parece probable, la selección mexicana no hará un brillante papel en el mundial del que será una de las tres sedes, junto con Estados Unidos y Canadá.
Gabriel Martinelli, anotó el segundo tanto, para arraigar el temor de que habría goleada, pero el ingreso de Julián Quiñones y Guillermo Martínez, elevó el nivel competitivo del seleccionado tricolor. El primero anotó a los 73 minutos, y el segundo, empató en tiempo de compensación. Los seguidores de la selección mexicana estaban satisfechos con el empate; sobre todo, porque no se presentó la goleada, pero Endrick Felipe se encargó de enfriar el entusiasmo cuando faltaban segundo para finalizar el tiempo de compensación, y así selló la vitoria brasileña.
El resultado, con todo y ser adverso, calmó las críticas furibundas que había contra Lozano, a quien culpaban de la humillante derrota ante Uruguay, sin reflexionar que no cuenta con grandes jugadores y que no los tiene porque los dueños de los equipos no los forman, y la liga de ascenso, en donde deberían surgir buenos futbolistas, no es de ascenso en la práctica, pues quien gana el título no asciende, como tampoco desciende el peor de la primera división.