*En gasto programable y no programable, revisión con lupa, sin desviar ésta
De la redacción
(Primera parte)
La lucha contra la corrupción no debe convertirse en cacería de brujas, pero tampoco debe simularse y desviar la lupa de los casos, porque eso ahonda el fenómeno, sostuvo en su conferencia Victorino Barrios Dávalos, titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
El rigor en la fiscalización debe incluir tanto el renglón del gasto programable, como la partida presupuestal del gasto no programable, para cancelar el riesgo de la corrupción en el ejercicio del gasto general.
El conferencista es uno de los mejores cuadros mexiquenses en la lucha contra la corrupción, como lo demostró cuando fue contralor del Poder Legislativo. Por incumplir disposiciones administrativas sancionó a alcaldesas y alcaldes de todos los partidos, que después llegaron a ser poderosos, como el gobernador Alfredo del Mazo, de Huixquilucan; Ana Lilia Herrera Anzaldo y Óscar González Yáñez, de Metepec; Horacio Duarte Olivares, de Texcoco, entre muchos.
También puso fin a la institucionalización del apoderamiento de vehículos del Poder Legislativo por parte de diputados al terminar su trienio. Nadie se atrevía a exigirles la devolución, hasta que él llegó a la Contraloría.
En su conferencia destacó que debe legislarse y actuarse contra los servidores públicos corruptos, sin importar su nivel jerárquico, ni las relaciones políticas, hasta arraigar la convicción de que si perpetra actos de corrupción podrán en riesgo su libertad, su patrimonio y prestigio; es decir, que no obtendrá impunidad.
Barrios Dávalos se refirió igualmente a quienes participan en las campañas electorales y después se sienten con derecho a ocupar u cargo para el cual no están preparados, ni capacitados para un buen desempeño, lo que afecta el buen funcionamiento de los gobiernos.
Otro vicio en que incurren los propensos a la corrupción es su gusto por los lujos, los privilegios y las actitudes soberbias, a los que deben exigírseles la renuncia e insistió en que este combate debe incluir la aplicación de la norma de manera general, “sin distingo, sin línea, privilegiando el interés superior de la comunidad. .
El titular del OIC de la UAEMéx expuso que debe erradicarse la corrupción, y terminar así con la idea generalizada de que ser servidor público es sinónimo de ladrón, de traje; que “cobra por debajo del agua”; y que cobra, pero sólo hace como que trabaja; y que no tiene ética, ni actúa sin responsabilidad.
Barrios Dávalos sostuvo también que muchas veces quiere explicarse el fenómeno de la corrupción por los bajos sueldos, lo que es falso, porque quienes son corruptos, entre más ganan, más roban, como lo prueba la experiencia.