*Fue por suerte que el delantero en la elección presidencial de EE. UU. salvó la vida.
De la redacción
El expresidente y candidato de nuevo al cargo, Donald Trump, salvó la vida milagrosamente la tarde de ayer. Un individuo le disparó cuando se pronunciaba en un mitin a cielo abierto en Pensilvania. El atentado tenía como objetivo asesinarlo, pues la bala disparada le lesionó la oreja derecha. Unos 8 centímetros más a su izquierda el proyectil le hubiera destrozado el cráneo. Al sentirse herido se tiró al piso, mientras miembros del Servicio Secreto lo rodearon, lo levantaron y lo protegieron con sus cuerpos.
Trump fue sacado del lugar y llevado a un hospital, pero cuando se levantó alzó un puño en señal de triunfo. El atacante fue abatido, y en la balacera un simpatizante del candidato republicano perdió la vida. El hecho generó el rechazo y condena del presidente Joe Biden y de mandatarios de varios países, como el presidente mexinano Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
También se multiplicaron las hipótesis sobre si se trató de un complot para asesinar al expresidente o se trató de un agresor solitario, y también sobre si hubo o no autores intelectuales. Por la misma tarde se confirmó oficialmente que el presidente se encontraba bien, puesto que la bala sólo le lesionó la oreja.
A las 16:15 horas, en cadena nacional de televisión, Biden dirigió un mensaje para informar que Trump, su rival electoral se entraba bien y que el caso se estaba investigando y también se indagaba si había personas heridas. Condenó el atentado y solicitó que todos también condenen lo ocurrido.
La muerte del tirador dificultará las investigaciones y en Estados Unidos los analistas se preguntan si no era posible someterlo y detenerlo vivo, también preguntaba cómo pudo concretar su atentatado, pues existen versiones de que varias personas reportaron a las autoridades sobre un sujeto armado subiendo a una azotea en la zona del incidente.
