*Las armas decomisadas a la delincuencia organizada superan las 52 mil.
De la redacción
En operativos efectuados en las entidades federativas por las fuerzas de seguridad federales y de los estados, en lo que va del sexenio se logró la detención de más de 88 mil presuntos delincuentes, pertenecientes a la delincuencia organizada.
El gabinete de seguridad del gobierno de la República dio a conocer que en lo que va de la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador las armas decomisadas superan las 52 mil.
Los cartuchos asegurados en los operativos se aproximan a los 20 millones, en una situación que evidencia el gran negocio que representa el crimen organizado para la industria armamentista de los Estados Unidos, origen de más de las dos terceras partes del armamento y las municiones de alto calibre decomisados.
El gabinete de seguridad federal dio a conocer el aumento de los aseguramientos a los grupos de la delincuencia organizada de artefactos explosivos, especialmente de granadas de mano.
A la fecha suman 3 mil 515 de estos artefactos de alto poder explosivo, cuyo uso por parte de delincuentes es siempre de ataque. Su adquisición ilegal no puede buscar fines deportivos, de caza o recreativos.
La venta de granadas está igualmente prohibida a civiles, por lo cual sólo pueden obtenerse en el mercado negro, por parte de los grupos de la delincuencia organizada con su introducción ilegal al país.
La posesión de granadas en las viviendas representa un elevado riesgo de muerte para quienes las habitan, por su poder destructivo, aun cuando estallen en forma accidental, según advertencia de las autoridades.
El informe oficial indica que les aseguraron a miembros de la delincuencia organizada 98 mil vehículos, la mayoría con reporte de robo, que utilizaban para cometer delitos de alto impacto.
Detalló que las detenciones y los decomisos de armas, cartuchos, vehículos y otras afectaciones han sido a células de todos los carteles que operan en el país, porque se está combatiendo a todos, sin distinción, pues a diferencia de antes, no hay pacto con los delincuentes.
También las fuerzas federales de seguridad han asestado severos golpes a grupos criminales sin pertenecer a organizaciones delictivas, ello ha permitido reducir los índices delictivos, tanto del fuero federal como del fuero común.