COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
ATENTADO A TRUMP, SOSPECHAS Y TEMORES
SOBRE LA VIOLENCIA POLÍTICA EN VECINO PAÍS
El atentado al expresidente Donald Trump, en Pensilvania, en un mitin al aire libre la tarde del 13 de julio recibió la condena de los gobernantes de todo el mundo, comenzando por el propio presidente Joe Biden, quien buscaba entonce reelegirse frente al también expresidente lesionado.
Las investigaciones sobre el caso determinarán lo ocurrido, pero el hecho generó la condena unánime de numerosos gobernantes en el mundo, comenzando por el propio Biden y el presidente Mexicano Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Al mismo tiempo, generó temores por la violencia contra un candidato presidencial, en un país que se reclama como ejemplo mundial de democracia avanzada en el planeta, cuyo modelo deben adoptar todas las naciones, y cuya implantación ha justificado el derrocamiento de gobiernos nacionales y la invasión de países.
Lo que sucede en la alta política estadounidense siempre tiene repercusiones en el mundo y, más, en México, principal socio de la primera potencia económica, militar y tecnológica del planeta, con quien además tiene una frontera de 3 mil 180 kilómetros, más los 40 millones de mexicanos o de padres mexicanos que allá radican y laboran con papeles o de indocumentados.
Desde esta perspectiva, resulta preocupante lo ocurrido a quien de por sí tiene grandes posibilidades de triunfar en la elección presidencial de noviembre, y el atentado que buscaba arrebatarle la vida fortaleció sus aspiraciones y respaldo de sus partidarios y votantes sin partido, porque ahora apareció como víctima.
Al margen de esta situación surgen muchas dudas, hipótesis y abiertas especulaciones sobre las motivaciones del atacante y su abatimiento mismo dio lugar a interrogantes sobre si pudo o no ser sometido y capturado sin necesidad de matarlo al instante, como ocurrió.
Las dudas e hipótesis abundan respecto de si la decisión de matar al agresor de Trump fue porque no quedó otra, o tuvo como finalidad evitar que hablara o “silenciarlo”, como también se dice, para dificultar o evitar el esclarecimiento de los hechos, como ya ha ocurrido en asesinatos políticos y magnicidio en el vecino país.
Lo que descarta el sentido común es un montaje, porque la bala lesionó la oreja derecha del exmandatario y candidato; es decir, con una trayectoria de unos 5 centímetros más a la izquierda el proyectil le habría destrozado el cráneo, y ningún candidato puede arriesgar su vida de esta forma, como recurso propagandístico.
Debemos esperar el fin de las investigaciones y que no se repitan actos como éste, contrario a la lucha democrática.