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Coordenadas Políticas – Macario Lozano – Mezquindad Opositora e Injerencia de EE.UU.

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COORDENADAS POLÍTICAS

MACARIO LOZANO R.

MEZQUINDAD OPOSITORA Y DE MEDIOS INFORMATIVOS ANTE

LA INJERENCIA DE USA EN ASUNTOS INTERNOS DEL PAÍS

Por demás mezquina se asumió la oposición partidista y los grandes medios informativos y sus periodistas famosos ante la abierta injerencia del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, especialmente en el tema de la reforma al Poder Judicial de la Federación, la cual cuestionó y por ella amenazó inclusive con un deterioro de las relaciones comerciales y económicas. El diplomático violó la soberanía y atentó contra la voluntad popular de los mexicanos, expresadas en las urnas el 2 de junio.

Los medios informativos informaron del desencuentro del presidente Andrés Manuel López Obrador y el representante estadounidense, pero lo hicieron en tono festivo y hasta ahora ninguno ha reflexionado sobre el origen del problema, y mucho menos mostraron enojo por el intervencionismo de Estados Unidos en un tema que compete exclusivamente a los mexicanos, no a ningún país extranjero, por poderoso que sea.

La oposición y analistas económicos y políticos también fueron mezquinos al no reprobar expresamente el comportamiento de Ken Salazar, pues no se trata de un problema entre dos personajes, sino que implica una inaceptable intervención del vecino del norte en asuntos domésticos de los mexicanos; sobre todo, cuando la reforma al Poder Judicial Federal fue uno de los compromisos de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.

Entre las banderas enarbolada en sus trabajos proselitistas por todo el territorio los cambios al único poder no electo por los ciudadanos, como lo es el Judicial, fue una de ellas y no sólo como enunciado, sino en sus actos masivos adquiría este compromiso, previa interrogante a sus seguidores si deseaban que ministros, magistrados y jueces fueran electos por los ciudadanos. La respuesta invariable fue en el sentido de que sí, fueran electos.

A raíz de eso se desató una campaña mediática, con la participación de cuadros partidistas opositores, periodistas, académicos y organizaciones civiles para pedir que no se votara por la coalición encabezada por Morena, para que no alcanzara la mayoría calificada en las cámaras del Congreso de la Unión, con la cual podía modificar la Constitución sin necesidad de negociar votos con diputados federales y senadores de la República opositora.

Fracasaron y se desgastaron, pues la coalición que apoyaban y cuya candidata presidencial fue Xóchitl Gálvez, quedó por debajo de la abanderada morenista más de 30 puntos porcentuales y en términos absolutos la ventaja de ésta fue por más de 19 millones de votos. La presidenta electa impuso una marca en sufragios en la historia electoral del país, con casi 36 millones de votos, cerca de 5 millones más que el propio presidente López Obrador, quien tenía el anterior récord.

Enfocaron después sus esfuerzos a impedir que el Instituto Nacional Electoral (INE) aplicara la Constitución sobre el tema, y al fracasar todas las presiones, críticas, intimidaciones y hasta amenazas, según denunció la presidenta del TEPJF, Mónica Soto, se dirigieron contra esta autoridad electoral jurisdiccional. Antes de las elecciones organizaron marchas y manifestaciones con la bandera del “INE no se toca”, “El TEPJF no se toca”, y ahora trataron de que consejeras, consejeros, magistradas y magistrados violaran la Constitución.

Aún así, el embajador Ken Salazar se atrevió a cuestionar la decisión de los mexicanos de reformar al Poder Judicial Federal, lo que constituye una indebida injerencia, que ni la oposición, ni los medios informativos, ni intelectuales, ni académicos han siquiera comentado con juicios críticos al comportamiento del diplomático, en una actitud de aceptación implícita de la injerencia extranjera en los asuntos internos de México. La posición es mezquina.

Los conductores de noticieros televisivos mostraban rotros alegres, que no tenían desde antes de las elecciones del 2 de junio, en su resentimiento contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien les impidió seguir saqueando al erario con diversas modalides y mecanismos que casi se volvieron institucionales todavía en el anterior sexenio.

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