
*El proyecto ayudará a mitigar las condiciones ambientales de la Ciudad de México.
De la redacción
Muy temprano el sábado pasado fue abierto al público el Parque Ecológico del Lago de Texcoco, inaugurado un día antes por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la asistencia de la presidente electa y próxima sucesora del mandatario, Claudia Sheinbaum Pardo; y la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez Álvarez.
El Parque ocupa más de 14 mil hectáreas, incluyendo las 4 mil 431 en las cuales se iba a construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cancelado por el gobierno del político tabasqueño, previa consulta ciudadana que se manifestó por desechar el proyecto, que se estaba ejecutando en el lugar menos recomendable para la construcción y operación de una terminal aérea, por el terreno fangoso de la zona.
Como parte del proyecto, se construyeron en el lugar numerosas instalaciones deportivas, como canchas de fútbol, basquetbol, volibol, pistas para trotar en beneficio de la población metropolita, además de los servicios ambientales que prestará a una población de más de 10 millones de personas, de las cuales unos 5 millones serán del Estado de México, según informó el presidente López Obrador.
Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, aseveró que la construcción del Parque es un acto de justicia social para la población, y de justicia ambiental para la zona, y anunció que habrá una segunda etapa, para lo cual invitó al responsable de la ejecución del proyecto Iñaki Echeverría que se encargue de las nuevas tareas.
Dos veces el proyecto del NAIM fue suspendido. La primera ocasión fue durante el sexenio de Vicente Fox Quesada, por la resistencia de campesinos de San Salvador Atenco, cuyas tierras ejidales iban a ser destinadas al nuevo aeropuerto. Se registraron actos de represión contra los opositores al megaproyecto. Hubo encarcelados, golpeados, pero aun con estos antecedentes, como presidente, Enrique Peña Nieto impulsó el proyecto, finalmente cancelado de manera definitiva.