
*Al servicio ambiental 14 mil hectáreas del Lago de Texcoco y el Tren “Insurgente”.
De la redacción
Un mes antes de dejar el cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó dos megaobras en el territorio mexiquense: el Parque Ecológico Lago de Texcoco, que ocupa 144 mil hectáreas, y el Tren México-Zinacantepec, cuya construcción fue iniciada y abandonada por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Por la demora en la ejecución del proyecto, iniciado en julio de 2014, cuya conclusión se programó para 2016, la megaobra registró un excesivo encarecimiento que elevó la inversión de 38 mil millones a 116 mil millones de pesos.
El mandatario estuvo acompañado en la inauguración por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo; la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez Álvarez; y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martín Batres Guadarrama. Ya estaba en servicio el tramo Zinacantepec-Lerma.
El transporte masivo que unirá los valles de Toluca y el de México, y beneficiará potencialmente a 5 millones de personas de las alcaldías del oriente capitalino, Álvaro Obregón y Cuajimalpa. Tendrá vías electrificadas y el viaje inaugural recorrió los 39 kilómetros de Zinacantepec, en el Estado de México hasta Santa Fe, en la Ciudad de México. La última etapa del proyecto comunicará a la estación del Metro Observatorio, para un trayecto total de aproximadamente 52 kilómetros
Un día antes, el 30 de agosto, el presidente López Obrador puso en servicio el Parque Ecológico del Lago de Texcoco, que al día siguiente fue abierto al público, ante la presencia de los mismos personajes quienes lo acompañaron en Santa Fe.
El Parque ocupa más de 14 mil hectáreas, incluyendo las 4 mil 431 en las cuales se iba a construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), proyecto emblema del peñismo, cancelado por el gobierno del político tabasqueño previa consulta ciudadana que se manifestó por desechar el proyecto, el cual se estaba ejecutando en el lugar menos recomendable para la construcción y operación de una terminal aérea, por el terreno fangoso de la zona.
En el Parque se construyeron numerosas instalaciones deportivas, como canchas de fútbol, básquetbol, voleibol, pistas para trotar, además de los servicios ambientales que prestará a una población de más de 10 millones de personas, de las cuales unas 5 millones serán del Estado de México, según informó el presidente López Obrador.
Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, aseveró que la construcción del Parque es un acto de justicia social para la población y de justicia ambiental, y anunció una segunda etapa, para lo cual invitó al responsable de la ejecución del proyecto Iñaki Echeverría que se encargue de las nuevas tareas.
Dos veces el proyecto del NAIM fue suspendido. La primera ocasión fue durante el sexenio de Vicente Fox Quesada, por la resistencia de campesinos de San Salvador Atenco, cuyas tierras ejidales iban a ser destinadas al nuevo aeropuerto. Se registraron actos de represión contra los opositores al megaproyecto. Hubo encarcelados, golpeados, pero aun con estos antecedentes, como presidente Enrique Peña Nieto impuso el proyecto, finalmente cancelado, cuyas 4 mil 431 hectáreas ahora forman parte del Parque Ecológico del Lago de Texcoco.