*Se estiman en 2 billones de pesos lo que se ahorraron al no permitir la corrupción.
De la redacción
El gobierno de la República financió los programas sociales destinados a la población más vulnerable, a las obras de infraestructura para el desarrollo y los servicios con los 2 billones de pesos ahorrados por el combate y erradicación de la corrupción, de acuerdo a lo informado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su sexto y último informe.
Tan sólo por suprimir de la Constitución el perdón fiscal, aplicado en favor de las grandes corporaciones y los más rico del país, ingresaron a la Tesorería de la Federación más de 420 mil millones de pesos, que no entraron en los últimos dos sexenios. A nadie se le pueden condonar los impuestos sobre ganancias.
Por combatir el “huachicol”, que era protegido desde oficinas centrales de Petróleos Mexicanos (PEMEX), se obtuvieron ingresos por 342 mil millones de pesos en el sexenio, recordó el presidente López Obrador.
Ante la clase política nacional morenista, incluyendo a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo, el presidente López Obrador dio a conocer que también se combatieron igualmente las compras de medicina con sobreprecios, que efectuaban empresarios y políticos corruptos mediante el tráfico de influencia, en perjuicio de la salud de los mexicanos, quienes ahora cuentan con servicios de atención a la salud de los mejores del mundo, por la inversión en nuevos hospitales, rehabilitación de los existentes y la contratación de miles de médicos generales, especialistas, enfermeras y medicamentos.
Casi toda la información estadística, como los programas sociales: pensión para 12.5 millones de adultos mayores, becas para alumnos, apoyo para discapacitados, madres solteras y créditos a la palabra expresan la preferencia a los pobres en la distribución de los ingresos públicos, contrariamente a lo que se había hecho en los seis sexenios neoliberales.
Ello permitió sacar de la pobreza a 9.2 millones de mexicanos y reducir la desigualdad económica de 35 a 15 veces entre los ingresos de los más ricos y los pobres, lo cual se hizo con el trabajo y la participación del pueblo, en un esfuerzo de abajo hacia arriba, que benefició indirectamente también s los empresarios, porque con el aumento a más del doble del salario mínimo y en un porcentaje importante al resto de los salarios, se fortaleció el mercado interno.
El mandatario se refirió a la reforma al Poder Judicial y explicó que fue un reclamo de los electores, y al respecto preguntó a su auditorio si preferían que a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) los eligiera el senado, a propuesta del presidente o que fuera el pueblo quien decidiera el tema. Fue unánime el respaldo a esta última opción.
El informe fue extenso, pero el entusiasmo y los aplausos al presidente López Obrador no decayeron y se mantuvieron hasta el final; sobre todo, cuando tuvo frases y conceptos elogiosos de la presidenta electa.