*Tiene la ventaja de que no irá a eliminatoria para el próximo mundial.
De la redacción
Cuando el mejor jugador de una selección de fútbol es el potero, se tiene la mejor prueba de un mal desempeño del equipo, como ocurrió la noche del pasado martes 11, en el partido México vs. Canadá.
Luis Ángel Malagón, el portero del América, fue ese mejor jugador, al detener un peligroso disparo de un jugador canadiense, con lo cual evitó la derrota y contribuyó a impedir el primer descalabro del equipo nacional en la tercera etapa de Javier Aguirre como director técnico del representativo nacional.
Los abucheos de los más de 30 mil asistentes al juego, en Arlington, Texas, fue la más elocuente opinión, y el resultado y actuación del seleccionado mexicano se expresó en su retroceso comparado con su encuentro ante Nueva Zelanda.
La goleada a ese débil seleccionado en Pasadena, California, hizo ver bien a la selección mexicana, pero no hizo abrigar grandes esperanzas de que al fin hubiera encontrado un estilo de juego, porque el rival no era bueno como sinodal.
Ahora frente a Canadá fue notoria la ausencia de un buen juego de conjunto de los mexicanos y de su falta de contundencia de su delantera, pues si bien el equipo no generó muchas oportunidades de gol, al menos una se desperdició por un mal remate de Santiago Jiménez.
El desempeño errático dejó la impresión de que los futbolistas mexicanos salieron a la cancha sin un plan de juego, jugaron como pudieron y no pudieron mucho. Y aunque es prematuro hablar de inoperancia de la gestión de Javier Aguirre, si puede afirmarse que el desenvolvimiento y el resultado frente a Canadá no fueron mejores de lo que eran cuando al frente de la selección estaba Jaime Lozano.
Vale la pena repetirlo: los dueños de los equipos mexicanos de futbol no tienen interés y mucho menos invierten dinero en sus fuerzas básicas, por lo que no forman buenos futbolistas, especialmente delanteros.
No puede esperarse mucho en la selección de delanteros que en sus equipos, los más contundentes anotan en promedio 7 goles en los torneos cortos de 17 partidos. Esa falta de eficacia se nota en la selección, lo que es lógico y entendible, pues si no anotan muchos goles a equipos de la Liga MX, menos los conseguirán frente a buenas selecciones, aunque se muestren eficientes frente a seleccionados débiles.
Javier Aguirre tiene la ventaja de que prepara a un equipo que no enfrentará una eliminatoria para el próximo mundial, del que México será una de las tres sedes, con Estados Unidos y Canadá.
Esta condición le permite trabajar sin la preocupación en la formación de un buen grupo, porque no correrá peligro de ser eliminado, pero aunque parezca mucho tiempo el que falta para el mundial, la verdad es que apenas es suficiente para diseñar y poner en práctica un eficaz sistema de juego y mejorar a la delantera, para hacer un buen papel en esa competencia, la más importante en este deporte.
