*Las investigaciones son prioridad para las autoridades estatales y federales.
De la redacción
La muerte atroz del joven alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, fue producto de un engaño y traición, a juzgar por lo que dio a conocer Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal.
Explicó que no podía ahondar en la información proporcionada por las autoridades guerrerense que investigan el caso, para no afectar las indagatorias, pero Alejandro Arcos probablemente fue engañado, por las condiciones que rodearon su caso.
Días antes habían asesinado en Chilpancingo al secretario del nuevo ayuntamiento, y apenas 6 días de estar en el cargo ejecutaron en forma atroz al edil de la capital del Estado, quien llegó al cargo apoyado por el PRI, PAN y PRD.
Lo del engaño y traición se desprende de la información de García Harfuch, quien dio a conocer que el presidente municipal de Chilpancingo no fue asesinado en esa ciudad, como se difundió, sino en un pueblo de Petaquilla, demarcación limítrofe con la capital guerrerense.
Lo extraño es que dijo que acudiría a una reunión con alguien, y salió sin escoltas, ni siquiera chofer. Él condujo su camioneta, pero después se perdió la comunicación y nada más se supo de su persona, hasta que fue encontrado su cadáver decapitado.
La muerte conmocionó a Chilpancingo, a Guerrero y a todo el país por la forma atroz con que fue asesinado. Más de 3 mil personas acudieron a su sepelio, consternadas por la forma como lo asesinaron. Era amante de la paz y el 2 de junio logró reconquistar para el PRI la capital del Estado.