*El problema surgió cuando acusaron a Billy Álvarez de malos manejos.
De la redacción
La Cooperativa Cruz Azul, productora de un cemento de buena calidad, vive dos situaciones muy diferentes y contrastantes. En el fútbol de la Liga MX su equipo marcha a la cabeza en la tabla de clasificación a la fase de Liguilla.
No obstante, la situación de la empresa de propiedad de los trabajadores vive momentos difíciles, con episodios de violencia entre dos grupos de cooperativistas, quienes se disputan el control de la compañía.
La cementera, una de cuyas primeras plantas se instaló en Jasso, perteneciente al municipio de Tula, estado de Hidalgo, entró en un conflicto interno de sus trabajadores cuando se descubrió que su anterior presidente del Consejo de Administración, Guillermo “Billy” Álvarez había incurrido en graves delitos.
Le formularon cargos de lavado de dinero, estafa, y malos manejos por un monto de 45 mil millones de pesos. La demanda penal prosperó, y se libró orden de aprehensión, ante lo cal el directivo, quien destinaba dinero a campañas electorales del PRI, se dio a la fuga, dejando los componentes para la actual crisis.
Guillermo Álvarez acumuló una inmensa fortuna familiar, porque manejó la Cooperativa como negocio particular, a pesar de que sólo era un cooperativista más. Los gobiernos federales y estatales siempre lo protegieron, porque les daba dinero para sus campañas electorales, hasta que ya no fue posible darle impunidad.
La Cooperativa Cruz Azul es una de las pocas de propiedad social exitosa y con altos ingresos antes de estallar el conflicto entre Billy Álvarez y sus representados, que persiste ahora entre dos grupos enfrentados y que en el 2022 recurrieron a la violencia con un saldo de 9 personas fallecidas, la mayoría por heridas de bala.
La madrugada del lunes 23 nuevamente hubo violencia en Jasso, Hidalgo, cuando más de 120 personas, presuntamente golpeadores a sueldo, intentaron desalojar de las instalaciones al grupo que encabeza Víctor Manuel Velázquez Rangel, a quien el grupo adversario acusa de haberse apoderado por la fuerza e ilegalmente de la empresa, mientras éste sostiene que fue electo como dirigente y que los violentos son los el grupo que encabeza Federico Sarabia Pozo.
Las autoridades laborales, penales y los gobiernos federal y estatal no han intervenido para aplicar la ley a quienes las hayan violado, sin importar al grupo que pertenezcan; sobre todo, para salvaguardar la empresa y que siga operando.
Mientras tanto, el equipo de fútbol está jugando bien y a más de la mitad del torneo parece encaminado a ganar el título, o al menos a terminar como líder en las 17 fechas de la fase regular.
