*Un diputado federal petista aludió antes a la agonía y extinción del tricolor.
De la redacción
Las sesiones de las cámaras del Congreso de la Unión se convierten en ocasión para escuchar mentiras y a veces hasta hacen reír por el humor involuntario, y también por verdades que se dicen, aunque nada tengan que ver con el tema a discusión.
Así ocurrió en una de las últimas sesiones de la Cámara de Diputados Federal, cuando se discutió las minutas del Senado de la República, relacionadas con la reforma al Poder Judicial de la Federación.
El coordinador de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, criticó la reforma en cuestión y pidió que se subsanaran las contradicciones en el articulado de esas modificaciones.
En su discurso en la tribuna criticó a Morena y sus aliados y habló de medicinas políticas para ilustrar a los diputados del partido en el poder y que no incurran en tantos errores en su trabajo legislativo.
Un representante popular del Partido del Trabajo (PT) habló en seguida y sostuvo que a quien debería aplicarle esa medida es al PRI, porque está en terapia intensiva, en vía de extinción.
Por alusiones el coahuilense pidió el uso de la palabra y se lanzó durísimo contra el PT y especialmente contra su dirigencia y personajes partidistas prominentes. Les recordó que cuando perdieron el registro en Aguascalientes (no dijo en qué elección), fueron “llorando”, tocaron a su puerta para limosnear, mendigar que los apoyaran. “Son rémoras”, abundó, muy enojado.
Le pidieron que hablara con el presidente (se supone que era del PRI) que de favor les devolviera el registro. Fue duro y ningún petista lo desmintió, a pesar de que dejó mal parado a los representantes del PT.
Evidenció a líderes petistas, en una situación pocas veces vista, y que no parecía verídico, pero la falta de desmentido por los diputados federales peristas dejó la impresión de que eso sí, ocurrió.
Muchas desviaciones de los temas en discusión, y abundaron las mentiras y señalamientos en el sentido de que México se encamina a una dictadura e insistieron los opositores en su empeño de aludir al expresidente Andrés Manuel López Obrador como si todavía ocupara el cargo.