
*El combate a la corrupción ha sufrido de simulación y grandes carencias en territorio mexiquense, aun con gobiernos de la 4T.
De la redacción
En forna sorpresiva, Luis David Fernández, hombre clave en la lucha contra la corrupción e impunidad del gobierno mexiquense, anunció su renuncia al cargo. En sus redes difundió su salida de la Subsecretaria de Control y Auditorías de la Secretaría de la Contraloría, dependencia cuestionada por la falta de resultados concretos en el combate a la deshonestidad en el servicio público.
Hasta ayer por la mañana el gobierno estatal no había confirmado la información, lo cual ha ge erado una serie de especulaciones que no favorecen la imagen de las autoridades mexiquenses de la cuarta transformación, puesto que hay versiones contrapuestas acerca de las verdaderas razones de la salida de Luis David Fernández.
La posición que ocupaba tiene importancia estratégica dentro de la Secretaría del ramo, porque efectúa auditorías que permiten detectar actos de corrupción, como al parecer ocurrió, según lo que en junio dio a conocer el ahora exfuncionario, y que dieron lugar a denuncias contra varios personajes que fueron colaboradores de Eruviel Ávila Villegas y de Alfredo del Mazo.
Es decir, en las auditorías efectuadas en los primeros 8 meses y medio del sexenio de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez logró avanzar lo que no ha hecho en seis años el área fiscalizadora del Poder Legislativo que domina Morena, cuya bandera principal es la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Y las solicitudes del ejercicio de la acción penal, presentadas a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), incluyen delitos graves como enriquecimiento ilícito, robo, fraude, ejercicio indebido de la función pública, pagos indebidos, pagos por obras o servicios no prestado, empresas “fantasmas”; es decir, a “factureras”, utilizadas para saquear al erario.
Entre las reacciones y versiones generadas por estas renuncias unas son en el sentido de que Fernández no dio seguimiento puntual y eficaz de las denuncias, mientras otras sostienen que más bien los poderosos intereses políticos y económicos involucrados y que se beneficiaron de la corrupción, presionaron para esa renuncia para que se dé “carpetazo” al asunto.