COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
EXCLUYÓ RICARDO MONREAL DE LO DELITOS GRAVES
LA DEFRAUDACIÓN FISCAL Y EL NARCOMENUDEO
Ricardo Monreal Ávila, ex gobernador de Zacatecas, ex senador y coordinador de sus pares morenistas en el Senado, ahora diputado federal y coordinador de los diputados de Morena, ratificó con su comportamiento que él era el candidato presidencial de la ultraderecha empresarial. Esta madrugada protegió a quienes defraudan y a quienes piensan defraudar al fisco, al excluir del catálogo de delitos graves da la defraudación fiscal, deporte favorito de las corporaciones empresariales.
De la misma forma, sacó de la iniciativa de nuevos delitos graves merecedores de la prisión preventiva oficiosa al delito de narcomenudeo, base de las ganancias criminales de los carteles de las drogas, cuyo mercado ilícito es la principal causa de la violencia y las ejecuciones, pues casi todas las víctimas son narcomenudistas de bandas contrarias, por lo que esta actividad podrán realizarla los delincuentes sin riesgo de ir la cárcel acusados de delitos graves.
Cuando se dio la lucha interna por la candidatura de Morena para la presidencia de la República, los grandes intereses económicos, especialmente los que se formaron a partir del saqueo de bienes públicos, del erario y del perdón fiscal. Le dieron grandes espacios en los medios informativos y fue evidente que lo deseaban como candidato del partido gobernante, precisamente apoyo que lo perjudicó, porque fue notoria esta participación, y fue rechazada por el morenismo nacional.
Ahora, de última hora, cuando se debatía la ampliación del catálogo de delitos graves contenido en el artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ricardo Monreal presentó una reserva para excluir de la iniciativa la defraudación fiscal y el narcomenudeo. En el primer caso, los grandes corporativos empresariales podrán defraudar al fisco mediante los numerosos mecanismos que tienen a su disposición, sin peligro de terminar en la cárcel, como lo propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando presentó el 5 de febrero de este año el paquete de 18 iniciativas de reformas constitucionales.
Sorprendió, porque la defraudación fiscal tiene efectos desastrosos en los ingresos público. Los delincuentes de “cuello blanco” recurren a maniobras para inflar gastos y acreditarlos, para no pagar los impuestos que les corresponde por sus actividades y ganancias. De esta forma incrementan ilegalmente sus fortunas, a costa de las finanzas públicas, porque con los impuestos se pagan las obras públicas que se construyen, los programas sociales y los servicios básicos de salud, educación y obras de infraestructura.
Al perder la candidatura presidencial de Morena a manos de Claudia Sheinbaum Pardo, el político zacatecano buscó ser candidato presidencial de la oposición, pero a la ultraderecha empresarial le interesaba como abanderado del partido gobernante, no de la oposición. Ya no lo apoyó y de esta forma, después de un tiempo se disciplinó, porque no tenía futuro fuera del morenismo, y fue postulado para diputado federal de lista y lo hicieron coordinador de la bancada del partido guinda.
Ahora, en forma alevosa y sorpresiva benefició a sus anteriores patrocinadores, al protegerlos de ir a la cárcel, así defrauden miles de millones de pesos que necesita el gobierno. Este tipo de defraudadores fiscales no pisarán la cárcel, porque el delito seguirá tipificado como no grave, por la intervención de Monreal Ávila, cuyo comportamiento y decisión fue criticada por cuadros de Morena, ya que actuó en contra de los esfuerzos por lograr que nadie tenga impunidad.
En el caso del narcomenudeo, no considerarlo delito grave también fomentará su práctica creciente; precisamente la que más daña a la población en dos sentidos: por el crecimiento del problema de salud por las adicciones; y por el incremento de los delitos, porque los adictos se convierten en delincuentes para obtener dinero y así financiar su consumo de sustancias tóxicas ilícitas, y por esa vía terminan reclutados como “halcones” o sicarios de las grandes organizaciones criminales.
Los narcomenudistas no pisarán la cárcel o saldrán libres cuando sean capturados, porque Monreal Ávila frustró el intento de considerar el enviciamiento de la juventud un delito mayorr, cuando este eslabón de las cadenas criminales es el que más perjudica directamente a la población, que padece la adicción de jóvenes a las drogas y la conversión de muchos de ellos en delincuentes, en perjuicio de la seguridad de las personas.