*La renovación se efectuará en el marco de los cambios en todas las entidades.
De la redacción
La presidenta estatal saliente de Morena, Martha Guerrero, asumirá la presidencia municiapal de La Paz, municipio más conocido por el nombre de su cabecera, Los Reyes, como ocurre en varios casos en el Estado.
El secretario general, Nazario Gutiérrez, está a la espera de hacer lo mismo, pero en el municipio de Texcoco; es decir, fueron premiados por no hacer nada en favor de su partido, como tampoco lo hicieron sus antecesores y también fueron premiados.
El 30 de este mes, Morena -como en todas las entidades federativas- elegirá a los integrantes de sus comités estatales, que en el caso de la entidad mexiquense, deberá comenzar por poner los cimientos de un verdadero partido en el poder, que no lo ha sido hasta ahora.
De acuerdo con un análisis de “El Espectador”, dicho partido lleva seis años sin trabajar. La mejor prueba de ello es que no tiene integrados sus 125 comités municipales; ni siquiera ha sabido o querido firmar su comité en la capital del Estado.
De 2018 a la fecha ha tenido dos comités, pero ninguno ha trabajado, en la misma línea de cuando esos personajes dirigían al PRD; es decir, la incapacidad organizativa y la concepción patrimonialista de la lucha por los cargos directivos y las candidaturas para cargos de representación proporcional en el Congreso de la Unión, las legislaturas locales y los ayuntamientos.
Su incapacidad o desinterés llega a tanto que ante los embates despiadados de la ultraderecha y la derecha al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y a la ahora presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, jamás han hecho un pronunciamiento en su favor y en contra de las campañas de calumnias.
De la misma forma, en el mismo comportamiento del PRD, cuyos vicios heredó la mayoría de sus personajes, surgieron los grupos y uno de ellos domina como lo hicieron “Los Chuchos” en el partido del sol azteca, hasta que mataron y sepultaron a esa institución. Lo que importa a los más ambiciosos es ganar la dirigencia, no hacer crecer al partido en el poder.
Será difícil para Morena deshacerse de los lastres que arrastra desde el PRD, porque domina en sus grupos, especialmente el mayoritario, la ambición de poder; sobre todo, ahora que gana distritos y municipios, además de las cuantiosas prerrogativas.
Ese grupo se aprovechó del liderazgo descomunal que construyó Andrés Manuel López Obrador, para sin trabajar, ni interesarle hacerlo, ganar espacios de poder estratégicos, que aumentaron sus ambiciones.
En este escenario se efectuará la elección de dirigentes el próximo día 30, que difícilmente la integrarán principalmente morenistas ajenos al grupo del senador Higinio Martínez Miranda. Sería una sorpresa que ocurriera lo contrario, si bien en los últimos meses se han expresado públicamente muestras de rechazo a su condición de jefe de grupo.
