*La salida del presidente y su exilio podría no significar el fin a la crisis política del país.
De la redacción
Rebeldes apoyados por Turquía derrocaron esta mañana al presidente sirio Bashar al Assad, con ello pusieron fin a una dinastía que gobernó cerca de 50 años a Siria, y a una guerra civil iniciada en el 2011 y que ocasionó 500 mil bajas. El depuesto mandatario abandonó Damasco en un avión, con destino a Moscú, donde habría solicitado asilo político.
El grupo armado tomó la capital de Siria, sin grandes dificultades. El ejército prácticamente no opuso resistencia, por lo que se generó la sospecha de que habían pactado con los insurrectos la entrega del país, en una situación que alterará el equilibro en la tensa región de Medio Oriente,, en favor de Israel y Turquía y en contra de Irán y la causa palestina.
Tropas israelíes ingresaron a territorio sirio, pero en una zona llamada de “amortiguamiento”, aunque el gobierno de Benjamín Netanyahu no informó de los objetivos de esa invasión a pequeña escala. La rebelión y derrocamiento de Bashar al Asaad fue encabezado por el grupo integrista Hayat Tahrir al Sham (más teocrático que el gobierno de Asaad), que encabeza Abu Mohammad al Jolani, de 42 años, quien de acuerdo con información de las agencias internacionales de noticias, durante 12 años encabezó al grupo terrorista Al Qaeda en Siria, del cual después se separó.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump descartó cualquier intervención en elconflcito. “no es nuestra guerra”, declaró el próximo mandatario del vecino país, mientras que Rusia, quien apoyaba al derrocado mandatario, alertó del riesgo de que Siria sea gobernada por rebeldes catalogados como terroristas.
Los rebeldes aceptaron que el primer ministro del depuesto gobierno, Mohammed Ghazi Jalali supervise la transición del poder, lo cual aceptó el personaje quien fuera cercano colaborador de Bashar al Asaad. El ex funcionario dijo que hay disposición para “extender la mano a la oposición y entregar sus funciones a un gobierno de transición”.
Mientras tanto, la organización Hezbollah sacó a sus fuerzas de la zona de influencia de Damasco antes de la ofensiva final, que no se preveía hace unos 15 días; sobre todo, porque la guerra civil llevaba casi 14 años, y hubo algunos años; sobre todo, en 2018, cuando la capital de Siria estuvo sometió a fuertes asedios y se llegó a pensar en su toma, pero no ocurrió sino hasta ahora.
