*El equipo de Coapa ha reflejado con títulos la gran inversión en jugadores y cuerpo técnico.
De la redacción
El América logró el tricampeonato. Fue justo el logro, por lo que hizo en la Liguilla del fútbol mexicano, pero no puede dejar de señalarse que sólo por las surrealistas reglas de la competencia un equipo que tiene un mal torneo en las 17 jornadas de la fase regular y se ubica en el octavo lugar de la tabla general puede ser el campeón.
En contrapartida, un equipo que termina como líder al terminar las 17 jornadas, con la implantación de récord en puntos conseguidos, como fue el Cruz Azul, queda eliminado en la etapa de liguilla y ni siquiera llega a la final. El Monterrey, que calificó en forma directa a esa especie de segundo torneo, fue derrotado en el marcador global, por 3 a 2, aunque anoche empató a uno con el actual tricampeón.
Monterrey probó una vez más que tiene jugadores caros, pero no un gran equipo, y fue derrotado por otro que tuvo un mal desempeño en la fase regular del torneo, pero respondió al ganar el llamado también “Play-in” (repechaje) y la liguilla, asegurando el título e con su victoria en el partido de ida los antes denominado “La Pandilla” y ahora conocidos como “Rayados”.
El equipo de Emilio Azcárraga Jean jugó los tres torneos que tiene cada competencia de la Liga MX; las 17 fechas, la reclasificación y la liguilla, y ya en esta esta definitoria nada puede reprochársele, e incluso el favoritismo de los silbantes, que salvo en el caso de su partido en que eliminó al Cruz Azul, no fue determinante para sus triunfos.
Anoche el Monterrey, en su propia cancha, jugó mal. Sus futbolistas son lentos, y ayer sólo le pusieron enjundia a su participación después de que Rojas anotó el gol del empate y la afición acarició la posibilidad de otra anotación, para la igualada en el marcador global, y obligar al alargue; sobre todo, porque dominó al ahora tricampeón en esos últimos 15 minutos del tiempo normal y los 6 de compensación.
Es destacar el golazo que a los 23 minutos del primer tiempo anotó Richard Sánchez, quien puso el marcador global 3 a 1, en favor del América, para preocupación de la afición regiomontana; sobre todo, porque el equipo de casa jugaba mal, como si fuera un equipo de nómina barata. Jugaron a puros pelotazos al área, plagada de americanistas
Decepcionó el español Canales, estuvo errático en sus pases y su conocida lentitud le hizo perder balones, y dejaba la impresión de que jugaba para “Las Águilas”. Debe destacarse igualmente la ausencia de los delanteros de ambos equipos en el marcador. Los goles fueron anotados por quienes juegan en otras posiciones, aunque los cronistas de las dos cadenas de televisión los ponían por las nubes, como si los aficionados no supieran que anotan 7 goles, en promedio, en 17 juegos de la fase regular de cada competencia.
Televisa, empresa que ha enfrentado grandes problemas económicos y legales, al grado de que Emilio Azcárraga Jean dejó la presidencia del Consejo de Administración, para hacer frente a esos problemas, tiene algo qué festejar; sobre todo, porque todavía en la penúltima jornada su equipo consentido corría el riesgo de no ir ni al repechaje, y ahora es campeón del fútbol mexicano, por tercera ocasión consecutiva.
Al Cruz Azul de nada le sirvió terminar de líder en la fase regular de la competencia, ni el sumar 42 puntos, para un nuevo récord en los torneos de 17 fechas. No ganó el título y fracasó otra vez, en una de sus clásicas “cruzazuleadas”. Al paso de los años sólo se recuerda y cuenta el nombre de quien sale campeón de la liguilla.