*Las nuevas administraciones comienzan con grandes expectativas de la población.
De la redacción
En las primeras sesiones de cabildo, los 125 alcaldes y alcaldesas del Estado de México asumieron ayer por la mañana sus cargos. En conjunto gobernarán a 18 millones de mexiquenses, una población casi como la toral de la República de Chile. En Toluca, el morenista Ricardo Moreno Bastida encabezó la primera sesión de cabildo del trienio, y tomó la protesta a sus colaboradores.
Todos los cabildos están ya en funciones, incluyendo el de Santo Tomás, cuyo presidente propietario electo, Pedro Luis Hernández de la Paz, y en su lugar asumió el cargo el suplente, César Iván Escalante. El primero sigue prófugo, junto con su esposa y ahora exalcaldesa, María del Rosario Matías Esquivel, quien no se presentó a la entrega de la administración municipal.
En Toluca, el nuevo alcalde ofreció trabajar en contacto con sus gobernados y hacer un gobierno honesto y eficaz. Para mañana tiene programado el inicio de programas como el de “Toluca, ciudad limpia”. Recalcó en la sesión de cabildo que hoy se inició una nueva y mejor etapa para la capital del Estado, cuyo anterior alcalde, Raymundo Martínez Carbajal, abandonó el cargo antes de cumplir dos años en ejercicio, por una orden de aprehensión por delitos diversos.
Tiene adicionalmente una denuncia penal ante la fiscalía General de Justicia del Estado de México, por corrupción. Está libre bajo fianza, y el mes pasado su nombre volvió a sonar en laos medios informativos, porque demandó al ayuntamiento el pago de su última quincena, de horas extras y de los días inhábiles, como los sábados y domingo, e un reclamo sin precedente en la historia de Toluca, y que fue desechada.
Moreno Bastida recibió la alcaldía de manos de Juan Maccise, quien como alcalde suplente, asumió el cargo durante un año, en condiciones extremadamente difíciles porque Martínez Carbajal, reclamó su última quincena y otros cargos, no les pagó los salarios, ni aguinaldos a los trabajadores en diciembre del 2023, y pidió un crédito de 200 millones, de corto plazo, que tampoco cubrió, sin que se conozca el destino de esos fondos.
La mayoría de los alcaldes y alcaldesas se encontraron con el problema de que deben renovar contrato con empresas que les rentaban patrullas a los anteriores cabildos o quedarse sin esos vehículos. Por lo pronto, los policías no pueden patrullar las calles, en un tiempo de intensas actividades delictivas.
¡FELIZ 2025!