
*La renta de vehículos oficiales ha sido un modelo recurrente de saqueo de fondos públicos.
De la redacción
Las nuevas autoridades municipales mexiquenses se encontraron con que los ayuntamientos de los municipios más poblados y ricos no tienen vehículos para patrullas, ni para el servicio de recolección de basura, los rentan, los alquilan a elevados precios a empresas particulares, que en un año de alquiler recuperan la inversión y después cada 12 meses ganan lo mismo que invirtieron, en un gran negocio en detrimento de las finanzas públicas durante tres años.
Así se comprobó en Nezahualcóyotl y Toluca, pero el problema está generalizado. En la capital del Estado el nuevo alcalde, el morenista Ricardo Bastida, informó que el 31 de diciembre los camiones de basura fueron devueltos y hubo necesidad de hacer una contratación para la renta de 40 vehículos por un período de tres meses, al término de los cuales deberán entrar en servicios lo de la empresa que gane la licitación que organizará la comuna toluqueña.
Lo mismo de hará con las más de 500 patrullas, que también son rentadas, y de las cuales hay varias fuera de servicio. No obstante, se pagaban como si fueran utilizadas en la vigilancia. Moreno Bastida anticipó que buscará que los montos de los contratos por renta de vehículos sean más baratos que los anteriores, pero que en el peor de los casos, por ningún motivo serán más caros, además de que se les obligará a darles mantenimiento.
Esta modalidad de no comprar vehículos y rentarlos muy caros se implantó en las últimos dos décadas en los gobiernos del Estado y municipales, como un mecanismo de saqueo al erario, por lo oneroso para las finanzas públicas y excesivamente ventajosos para las empresas, generalmente de amigos de los gobernantes.
El otro problema grave es el de que las nuevas autoridades quedan colocadas ante las opciones de renovar los contratos de renta, que son ya para vehículos usados o adquirir unidades nuevas, para lo cual no disponen de fondos, porque van comenzando su gestión. Si se opta por lo primero o no prestar los servicios de seguridad pública y limpia.
En el aso del gobierno estatal mexiquense, a pesar de ser de Morena, aceptó las reglas impuestas por los traficantes de influencia y renovó los desventajosos contratos para las finanzas estatales, inclusive amplió el número de funcionarios públicos con privilegios de acceso a vehículos oficiales; es decir, ahora les proporcionaron unidades automotoras hasta a quienes antes no eran merecedores de esta prestación.
Lo peor fue que también se renovaron contratos de renta de sistemas de cómputos, cuyos dispositivos son ya obsoletos, tanto computadoras de escritorios, como lap top; es decir, equipo viejo, de 5 y más años de servicios.