*Héctor Herrera es de las pocas promesas que se consolidaron
De la redacción
Nadie duda de la gran calidad y alto profesionalismo del mediocampista Héctor Herrera, parte del seleccionado que obtuvo el mayor logro en competencias mundialistas: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012. Es de las pocas promesas del fútbol mexicano que se consolidaron y triunfaron.
Ahora, a sus 34 años, surgido de las filas del Pachuca y después de cerca de 12 años de no jugar en la Liga MX, el bajacaliforniano, seleccionado nacional en Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022, regresó para jugar con “Los Diablos Rojos” del Toluca, un equipo que en el anterior torneo contó con un buen plantel e hizo un buen papel en 17 fechas, pero falló en la liguilla.
A pesar de su paso exitoso en el Porto de Portugal, que le valió su incorporación al Atlético de Madrid, su contratación por “Los choriceros” genera más dudas que certezas sobre su rendimiento y aportación al club, que acumuló 28 torneos sin conseguir un título.
“Fue un gran jugador. Muy profesional, serio y dedicado, pero ya tiene 34 años y perdió velocidad, aunque esa no fue su principal virtud. No olvidemos que en el Atlético de Madrid jugó poco, precisamente porque no estaba ya para un deporte de mucha exigencia, y que en no pudo contribuir para hacer campeón de la Liga MLS al Houston Dynamo, de los Estados Unidos”, comentó a “El Espectador” Agustín Sandoval, un bien informado y fanático del Toluca.
Por su parte, Salvador Hernández Garduño, otro seguidor de los “Diablos Rojos”, destacó que Héctor Herrera aportará mucho si se convierte en líder de los jugadores jóvenes, por su experiencia, porque de otra manera su nombre y prestigio servirán de poco a un equipo que no puede seguir fracasando en todos los torneos desde el 2010. “Los hombres, no los nombres”, destacó Santiago Ramos Arizmendi.