*Preocupa su anuncio de que aplicará aranceles y expulsará migrantes.
De la redacción
Pocas veces el inicio de un período de un gobernante estadounidenses había acaparado el interés y preocupado tanto a todo el mundo, como ocurre ahora con la asunción de la presidencia del vecino país por Donald Trump, quien vuelve al cargo en medio de la incertidumbre sobre si cumplirá o no su anuncio de expulsión de miles o millones de migrantes y la aplicación de aranceles a su socios del TEC-MEC.
A esas medidas desmesuradas, en el caso de México se agrega su promesa de campaña de que declararía “terroristas” a los narcotraficantes mexicanos. Para ello requiere de reformas legales, pero de conseguirlas, enfrentaríamos el riesgo de una abierta penetración de tropas estadounidenses a nuestro territorio en busca de jefes -o supuestos jefes- de los carteles de las drogas, según un análisis de “El Espectador”.
En su primera exitosa campaña electoral, Trump fue también estridente. Entonces calificó de homicidas, traficantes de drogas, violadores y secuestradores a los migrantes de México y América Latina.
No obstante, ya en el poder se moderó bastante y mantuvo buenas relaciones con sus socios comerciales del norte del continente americano y con casi todas las naciones, antecedente que hace albergar esperanza de que hoy se olvide de los exabruptos.
EQUIPO DE ULTRADERECHISTAS
No obstante, analistas internacionales menos optimistas alertan sobre el perfil ultraderechista, casi fascista de quienes ahora lo acompañarán en el ejercicio del poder en la primera potencia económica, militar y tecnológica del mundo.
Su anterior equipo de colaboradores fue más moderado, pero la abierta y declarada ideología de quienes ahora lo acompañan agrega preocupación; sobre todo, porque a su extremismo derechista sus colaboradores agravan la situación por su ignorancia de la realidad del mundo.
Eso explica que su lógica de los narcotraficantes “terroristas” no enliste a los banqueros y financieros estadounidenses, quienes son los verdaderos jefes de la delincuencia organizada del mundo, y son quienes “lavan” y se quedan con el 82 por ciento de las ganancias de la venta de drogas al menudeo en las calles de las ciudades de la vecina nación del norte.
Este verdadero factor determinante de las adicciones y muerte por sobredosis de enervantes de más de 100 mil jóvenes estadounidense, no es detectado o es soslayado deliberadamente por Trump y sus colaboradores, e insisten en que los únicos “terroristas” son los narcotraficantes mexicanos y latinoamericanos.
Esa misma ignorancia les impide entender que los migrantes y residentes documentados e indocumentados, aportan mucho a la economía estadounidense, la cual sin su esfuerzo, perdería más competitividad frente a los productos de los países asiáticos y la potencia se debilitaría en el plano mundial. Esta noche sabremos si los despropósitos del Trump candidato son abandonados por el Trump presidente.