*Está acusado de delincuencia organizada y “lavado de dinero”.
De la redacción
Por décadas fue intocable. Manejó la Cooperativa Cruz Azul como empresa particular. Se enriqueció y contó con el apoyo de gobernantes, a cuyas campañas electorales aportó dinero de los cooperativistas. Ese fue Guillermo “Billy” Álvarez Cuevas, recluido ahora en el penal de máxima seguridad del Altiplano.
La derrota del PRI en la elección presidencial del 2018 marcó también el fin de la impunidad del presidente de la empresa de propiedad social: el jueves de la semana pasada el personaje fue capturado por agentes de la Fiscalía General de la República, y puesto a disposición del juez penal federal que lo reclamaba desde el 2020.
Enfrentará cargos graves de delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita (de la Cooperativa), delito conocido popularmente como “lavado de dinero”, por lo que de ser vinculado a proceso no podrá obtener libertad con medidas cautelares.
Menos podría lograr ese beneficio, porque era prófugo de la justicia, condición suficiente para no permitirle ser procesado en libertad. El monto también del dinero involucrado en la denuncia es alto, de cerca de dos mil 260 millones de pesos.
El marco legal que norma la fundación y operación de las cooperativas define a todos los socios como trabajadores, pero “Billy” Álvarez actuó como dueño de la empresa cementera.
El delito de operación con recursos de procedencia ilícita fue presuntamente perpetrado mediante transferencias bancarias, con dinero desviado de la Cooperativa Cruz Azul, en perjuicio de la misma y de los socios.
